Cap. 4-6-7 (POV. de Scarlett)

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La noche estaba helada, no podía lograr permanecer el calor en mi casa , miré por la ventana , el cielo estaba gris , habían un par de nubes que ocultaba la luna , temía que se pusiera a llover , la casa tenía algunas goteras y no tenía ánimos se pasar una inundación.

No podía dormir. Comencé a leer un par de libros que tenía aquí , no tenía muchos ejemplares pero entre mis manos se encontraba "colmillo blanco" de Jack London , lo había leído unos cuantas veces y jamás me aburría de los últimos capítulos , de como un animal , un ser que había pasado por tanto sufrimiento podía ser capaz de llegar a cambiar por una persona que le entregó verdadero amor, y que nunca lo dejo solo.

La leña se había acabado y no iba a soportar seguir así, agarré mi abrigo y salí a la noche. No le tenía miedo a la oscuridad, cuando pasas toda tu vida en el, empieza adquirir su propio toque de belleza.

Comencé a tararear una canción de cuna, que normalmente calmaba mis nervios, sentía algo distinto en el aire, el lugar está muy silencioso. Estaba llegando a los bordes de la ciudad, esto es lo más cerca que puedo llegar a estar, si lo cruzaba me pondría en peligro.

Vagos recuerdos cruzaron mi mente, solo eran imágenes borrosas, pero lo suficientemente claro para poder hacerlas vívidas.

El hombre , que se acercó a mí con una daga y yo estaba asustada, no recuerdo como pero luego me tomo y me trajo hasta aquí, hubieron ruidos extraños, de sirenas, de alarma, recuerdo sus palabras "volveré a ver que estés bien , no dejes que nadie te encuentre , ocultate, sé buena niña, no tengas miedo". No recuerdo mucho de su cara, solo era una niña pequeña, pero su nombre si lo recordaba... Christian Da Bariano.

Estaba sumida en mis pensamientos hasta que las sirenas del castillo comenzaron a sonar, me entró el pánico y me alejé todo lo que pude. Tropecé con una raíz sobresaliente y me di de bruces contra el suelo, solo alcancé a poner mis manos al caer y chillar al contacto con el suelo, estaba sucia y mi cara llena de lágrimas de dolor, no me gusta llorar, no me gusta sentirme débil, mis lágrimas me recordaban a mis tiempos de soledad, y simplemente no quería pensar en eso.

-Vamos Scarlett, eres fuerte, no dejes que nada te atemorice.

En ese instante, una sombra cruzo por arriba del muro, al llegar al suelo comenzó a rodar hacía a mí pero por suerte una piedra se interpuso en su camino, se empezó a mover, unos gritos se escucharon por encima del ruido, la sombra se empezó a mover...era una persona, que intentaba a duras penas levantarse, comenzó a correr, no logró avanzar mucho hasta que se volvió a encontrar con el suelo, los gritos de los hombres se perdieron en un tiempo.

Yo no dejaba de mirar a aquella figura a unos metros de mí, no me había movido ni siquiera unos centímetros, estaba demasiada impactada para poder reaccionar, pasaron unos minutos hasta que me pude mover, me levanté y avancé hasta donde se encontraba la persona caída , seguramente estaba inconsciente así que no había problema, al llegar estaba tendido boca abajo, por la contextura física, era un hombre, seguramente joven. Lo tomé del torso y lo voltee para que pudiera respirar (Si que pesaba) emitió un suave quejido que mi hizo saltar, pero aún seguía dormid , le despejé el rostro para poder verlo con más atención.

En mi vida no había visto a muchos hombres y la mayoría de ellos eran ya de edad, pero este no...quizás tenga mi edad o un poco más, pero fuera de eso, era el hombre más guapo que había visto, a pesar que estaba inconsciente, se podía ver a claridad sus rasgos de un hombre, observé que su muslo estaba sangrando, si lo dejaba aquí los guardias, lo podrían capturar y si no ,podría morir aquí, no podía llevarlo a mi casa, ¿si despertaba y sufría una crisis agresiva? no, no, mejor lo llevo a otra parte, creo que hay una cueva por aquí cerca, lo volví a mirar, esto iba a ser absolutamente cansador.

Destino (Corrigiendo)Onde histórias criam vida. Descubra agora