Destino (Corrigiendo)

Capítulo 14

El viaje duró unas dos horas, aparcamos en un pequeño pueblo de camino a Nueva Era, Don Alejandro sugirió que llevara solamente una daga por cualquier circunstancia.

Todavía no nos había dicho hacia donde nos dirigíamos, comenzamos por ir hacia el bosque, fuimos en silencio hasta llegar a un sendero, nos adentramos en el hasta encontrarnos en ruinas, parecía haber sido un palacio abandonado.

—¿Porque estamos aquí? — pregunté.

—Aquí vivió el primer rey, es donde la profecía fue dicha y este es el lugar en donde se sabrá si eres o no el próximo rey — respondió Don Alejandro.

—¿Y...cómo sabe eso? — pregunté.

—Por tu padre... — respondió —  Tu padre estuvo investigando por años, hasta que dio con este palacio, logró descubrir que el rey no era de fiar  y  que se acercaba lo que se ha estado esperando por años.

Tenía una respuesta para todo, su historia cada vez se volvía menos creíble.

—Yaa...¿y porque supone que aquí sabré si soy yo o no — Inquirí.

Don Alejandro se volteó con una expresión en su rostro de querer estrangularme, le dio una fugas mirada a Scarlett que lo miraba con cara de "te comprendo" , se limitó a suspirar de cansancio antes de responderme.

—Deja de hacer tantas preguntas, cuando lleguemos lo sabrás.

Entramos al castillo, se conservaban algunos detalles de lo que habría sido hace cien años, no había gran parte del techo y todo estaba destruido, había una gran escalera en el fondo y una gran pista de baile, pero eso nada más.

Llegamos a un lugar que tuvo que haber sido los jardines en un tiempo, en el se encontraba un puente que conectaba con una especie de isla con una hilera de sauces llorones, lo cruzamos  hasta llegar a los árboles, don Alejandro se voltio hacía nosotros.

—Deben continuar solos.

—¿Que? — preguntó Scarlett.

—¿Cómo vamos a saber exactamente hacia donde vamos?  ¿No tenemos idea de que hacer? — dije.

—Miren esto es fácil, van a tener que seguir recto hasta llegar alclaro , frente a el habrá un árbol gigante junto con una fuente, con tu daga corten una parte de la mano de cada uno y dejen caer una gota de sangre en el agua y ahí...verán todo lo que sucede — explicó.

—Don Alejandro, eso solo pasa en las películas y en los libros — dije — realmente estoy empezando a dudar de la cordura de mi padre y la de usted.

—Que bromista Adrián, ya veremos quien es el más cuerdo aquí y ahora vallan, los estaré esperando.

Tomé la mano de Scarlett, no solamente porque iríamos enfrentar nuestro futuro, sino, porque deseaba su proximidad.

Caminamos por diez minutos hasta dar con el claro, en el contorno, los árboles formaban una cortina con sus hojas, el lugar era...impresionante, no podía creer que mi padre estuvo aquí y nunca me contó.

—Ahí esta la fuente Adrián — señaló Scarlett.

Nos acercamos a el hasta ver nuestro reflejo en el agua cristalina.

—¿Quieres hacer esto? — pregunté.

—Dije que estaría contigo hasta el final.

Tomé mi daga y corté en un punto de la palma de Scarlett y luego en la mía, la miré dudoso de hacer lo siguiente, no tenía ni idea lo que iba a pasar y no sabía si quería saberlo. Ella me devolvió la mirada y en sus ojos vi que no estaba solo.