Santana: - intentando con todas sus fuerzas no dejarse llevar ante las provocaciones de Brittany- Yo no soy de nadie…
Brittany: - le daba igual lo que la latina le dijera, ella estaba dsipuesta a continuar su trabajo en aquel suave cuello,
seguía besando y mordiendo mientras la morena se retorcía acorralada en ella- A quien quieres engañar?...
Santana: - puso sus manos en la cintura de Brittany y la empujo, pero la rubia se resistía con fuerza, y se pego al cuerpo de Santana paseando sus manos por los costados de ésta- Te odio…-dijo susurrando al ver que estaba apunto de ceder, ya le daba igual todo no podía engañarse a ella misma, la deseaba con todas sus fuerzas-.
La rubia al escuchar aquello puso su boca “jodidamente cerca” pensó Santana. Un centímetro era lo que separaba a la latina de la cordura, a la total perdición del poco autocontrol que quedaba en ella. Pero al tener aquella boca que tanto le atraía cerca todo le importo más bien poco. “ A la mierda…” Se dijo.
Un gran escalofrío recorrió todo el cuerpo de Brittany al darse cuenta a la distancia que tenía su mayor adicción, aquellos labios de aquella mujer que tanto amaba. Al escuchar aquel te odio por parte de Santana solo consiguió excitarla más. Milímetro a milímetro fue deshaciéndose de aquel molesto margen que las separaba. Se dio cuenta que la latina ya no la evitaba, sino que tenía sus ojos clavados en su boca.
Brittany: - pegando sus labios con los de la morena- Pues no sabes cuánto amo que digas eso…
Sin embargo Brittany no la besó, solo se quedo allí sintiendo la acelerada respiración de Santana y exhalando el atrayente aliento sobre su boca.
Pasaron así unos segundos, la cara de Brittany era de pura desesperación, deseaba que la latina fuera la que diera el paso solo estaba allí esperando que se decidiera, y aunque estuviera muriéndose de ganas de besarla esperaría. El rostro de Santana era de confusión y dolor sus pensamientos iban a mil por hora, igual que su corazón, “ Dios que hago? No debería…pero mierda siento su maldito aliento tan cerca…”.
Pocos minutos después de un silencio, que solo era interrumpido por la agitada respiración de aquellos dos cuerpos pegados, Santana soltó un suspiro de desesperación antes de agarrar fuertemente la nuca de Brittany y acabar con el doloroso espacio que las separaba.
Brittany gimió al sentir aquel pasional beso y no perdió el tiempo en introducir su lengua en la boca de Santana que pedía más y más, la bailarina de ballet la agarró fuertemente de la cintura con propiedad, sus cuerpos estaban completamente adheridos, mientras sus lenguas comenzaban el perfecto baile que tanto deseaban.
Los besos de Santana actuaban como cura para Brittany, le aliviaron el mareo que sentía por culpa de la droga y el borde de su visión se empezaba a ver claro y no borroso. Ella era su medicina, y poco a poco recobraba la total percepción de la situación, los efectos de la cocaína desaparecían por segundos. Se sintió la chica más feliz del mundo al ver a Santana entre sus brazos, totalmente entregada a ella.
Santana: Brittany…-dijo cuando noto como las pálidas manos de la bailarina se metían por debajo de su camiseta pasionalmente y empezaba a besar su cuello-.
La rubia fue bajando su mano hasta llegar al final de la espalda de Santana, e introdujo su lengua en la boca de ella haciéndola gemir. Sin dejar su mano quieta cogió su trasero con propiedad y junto más aun sus caderas sobre las de Santana.
Ésta levanto una pierna, que enrolló en las caderas de Brittany, de ese modo sus cuerpos aún estaban más pegados. Se necesitaban demasiados, necesitaban sentir su piel, su calor, su todo.
Santana: Brittany…-susurro como pudo por la acelerada respiración-.
La morena la empujo fuera de su cuerpo para la sorpresa de Brittany, quien se tambaleo hacia atrás desconcertada, creía que Santana estaba a gusto…
