Capítulo 16

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Entramos al supermercado, que es un gran pabellón cuadrado con muchas estanterías y alimentos. 

Noto un gran cambio de temperatura. El aire aquí dentro es más fresco que el aire del exterior.

Me acerco a una de las estanterías y cojo una barra de pan. Empiezo a comérmela saboreando cada miga.

-Katniss -me dice Peeta-, cíñete al plan.

Asiento. Caminamos por un pasillo para llegar hasta Gale y Cressida. A medio camino Peeta me dice:

-Gale asegura que en toda esta planta no hay nada de carne ni pescado. Así que vamos a tener que mirar en las demás plantas.

-Vale.

Llegamos hasta ellos dos y giramos una esquina para recorrer un pasillo que da a una puerta dónde están las escaleras.

Subimos hasta la primera planta. Por lo visto hay dos.

-Peeta y Katniss quedaros en esta planta haber si hay carne o pescado. Cressida y yo vamos a ver arriba. Si no hay nada esperaros aquí en las escaleras hasta que bajemos.

Peeta y yo asentimos y entramos en la primera planta.
Está todo lleno de congeladores y de neveras.
Él va por un lado y yo por el otro. En los congeladores hay helados, cajas con guisantes y...

-¡Peeta pescado congelado! -grito.

-¿Dónde? -me pregunta.

-Aquí ven.

Peeta viene y sonríe. Abrimos el congelador y sacamos todo el pescado que podemos. Lo metemos en las dos mochilas. 

-Vale. Vamos a la escalera -digo.

-¿No te hace... un helado? -me pregunta alegre-, hay cientos de ellos.

Me gustaría recordarle a Peeta que estamos en la Arena. Que vamos a morir tarde o temprano y que probablemente no podamos volver a ver nunca más a nuestros hijos.
Pero eso sólo serviría para ponernos tristes a los dos.
Y ese pensamiento acaba de hacer que los ojos se me llenen de lágrimas.

Peeta se acerca a mí rápidamente y me abraza muy fuerte.
Él me besa y yo le devuelvo el beso pero más intenso. Seguimos besándonos y acabamos en el suelo.
Cientos de mariposas recorren mi estómago y suben por la garganta.

Entonces me recuerdo que tengo que parar.

-Debemos... -digo

-Sí, sí.

Nos levantamos de tierra y salimos de la primera planta dónde en las escaleras están Gale y Cressida.

-Tenemos el pescado.

-Ni rastro de la carne -contesta ella.

-Tenemos que mirar en la planta de abajo. A  lo mejor ahí hay.

***

Bajamos las escaleras hasta la primera planta bajo tierra.

Abrimos la puerta y entramos en la gran nave que está casi desierta.
Hay pilares rojos dispuestos en filas.

-Es un parking -digo.

-Sí -dice Gale-. Mirad haber si hay algo por ahí.

Nos dispersamos por todo el parking, pero no hay nada. 

Un ruido mecánico me saca de mis casillas y hace que mis ojos se abran como platos.

-¡¡¡Cressida, apártate de ahí!!! -le grita Gale.

ESCOMBROS - Los Juegos Del HambreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora