Capítulo 12

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Cojo una flecha y la coloco en el arco.
Disparo hacia el campo de fuerza.

La flecha rebota creando hexágonos eléctricos dónde ha impactado.

***

Camino lentamente bordeando el campo y recorriendo así toda la periferia de la Arena.

Observo a lo lejos -en dirección opuesta al campo de fuerza- las calles la ciudad.

Bueno, al menos es lo que creo que es. Las calles se componen de edificios y aceras a ambos lados.
Parece una ciudad normal y corriente. Es entonces cuando se me ocurre la idea de entrar dentro de un edificio.

Me alejo unos diez metros del campo  para pararme enfrente de la puerta del último edificio de la calle.

Es como si todas las calles tuvieran su fin en el campo de fuerza. Y al principio de estas estuviese la gran fuente que hace función de Cornucopia.
Y así es.

No quiero hacer ruido pero la puerta del edificio está cerrada. Me alejo unos pasos caminando de espaldas.
Cojo una flecha roja del carcaj y disparo en la cerradura.

En realidad, aunque no hubiese acertado, la puerta se hubiera abierto igual.

La explosión saca la puerta de su sitio y hace que se caiga todo el marco y trocitos de cemento.

Cuando la nube de humo desaparece entro en el edificio.
Dentro es todo gris color cemento.

Me da un vuelco el corazón al ver que a un paso de mí hay una vaina.

Me dirijo a unas escaleras que hay evitando la vaina y mirando todo el rato al suelo.

***

En el primer piso hay un salón. Hay un sofá, una mesa, unas sillas, una estantería con libros... Todo parece bastante normal.

Me acerco a coger un libro. Se está haciendo de noche y, a pesar del calor que ha echo, empieza a hacer frío.
Con los libros podría hacer un fuego fácilmente.

Cojo el más gordo que hay. La portada no tiene título. Lo abro más o menos por la mitad y advierto que las páginas están en blanco.

Lo mismo en todos los demás libros.

Inspecciono un poco el salón; los cajones y los armarios -que están vacíos-...

Me asomo a la ventana lateral del edificio y observo el falso paisaje que ofrece el campo de fuerza.

De repente una chica a lo lejos aparece corriendo hacia él.
Sigue corriendo y no se detiene. Es obvio que no sabe que está ahí.

-¡No! ¡Detente! -le grito.

La chica se detiene segundos antes de poder haberse chocado contra el campo de fuerza y se gira para mirarme.
Para mi sorpresa, es la chica de dientes afilados que conocí en el Vasallaje de Los Veinticinco.

Enobaria.

-¡Soy yo, Katniss! -digo. Y de inmediato bajo corriendo las escaleras y salgo del edificio para ir hacia ella.

Se acerca a mí corriendo y me da un abrazo. Esto me sorprende bastante. Nunca había cruzado más de tres palabras seguidas conmigo y ahora me abraza. Bueno, yo también me alegro de verla.

-¿Cómo estas Katniss?

No sé porque todo el mundo me pregunta lo mismo, ¿Acaso no es obvio?. Pero bueno, ya que he encontrado a alguien voy a intentar que me ayude.

-Bien, bueno, todo lo bien que se puede estar aquí. Aunque tengo mucha sed -digo y la miro.

-Vale -dice desenganchándose la mochila de la espalda- toma bebe.

-Muchas gracias -respondo cogiendo la botella que ha sacado de su mochila.

Cuando acabo de beber le paso la botella y se queda mirando el campo de fuerza, aunque dudo que sepa que está ahí.
Me agacho y cojo una piedrecita del suelo. La lanzo en esa dirección y esta rebota.

Enobaria sigue mirándolo y dice:

-Por eso me has hecho parar.

-Sí, te ibas a estrellar -respondo.

-Entonces te debo una -dice, y me mira.

-No. El trago de agua que me has dado es más que suficiente.

Hace una sonrisa forzada y me pregunta:

-¿Estás tú sola?

-Sí. Bueno estaba con... más personas. Pero nos separamos sin querer cuando la Arena empezó a temblar, y se inclinó...

-Ya... ha sido complicado.

De repente suena un cañonazo y en el cielo aparece un número.

«49»

Temiéndome lo peor miro a Enobaria.

-¿Q-Que significa eso? -digo tartamudeando un poco.

Una oleada mezcla de odio, impotencia y tristeza azota mi cuerpo.

Enobaria me mira con cara de pena y da un paso hacia mí.

-Acaba de morir un tributo -responde.

ESCOMBROS - Los Juegos Del HambreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora