~Katniss~
Estoy cubierta de sudor y con la cara empapada de lágrimas.
Cada vez que suena un gran estruendo que viene de fuera me apego más a Peeta.
Él está sentado y yo estoy tumbada con la cabeza apoyada en sus muslos. Me acaricia el pelo y la cara con sus suaves manos.
A veces noto los ojos de Gale clavados en mí, pero creo que son solo imaginaciones mías.
Al fin y al cabo, le dejé de importar de la noche a la mañana. Me había mentido respecto al plan de Coin y los paracaídas.Mi estomago gruñe y yo me retuerzo. Tengo mucho hambre y no hay nada de comer.
-¿Hay un poco de agua? -pregunto girando la cabeza hacia los demás.
Johanna coge una botella que hay dentro de una mochila y me la lanza.
-No hay más que esta -me dice-, no te la bebas toda.
La botella está llena al veinte por cien. Le pego un traguito.
Le devuelvo la botella a Johanna.
Me duelen muchísimo los dedos índice y corazón de la mano derecha, por culpa del agua de la vaina.Se oye un ruido extraño en el sótano. Me incorporo de golpe y todos nos ponemos en guardia.
La escotilla de ventilación del sótano se cae al suelo y todos damos un respingo.Un pájaro sale del hueco de la escotilla y se pasea por el aire.
Gale se levanta de golpe y pone la escotilla en su sitio a toda prisa.
-Katniss -me dice-, el arco, ¡vamos! Dispara.
Cojo mi arco y una flecha del caraj. Disparo y acierto en la cabeza del pájaro. Este cae a tierra y Beetee se acerca corriendo. Lo coge y le arranca el ala. Se saca una navaja del bolsillo y rebana el pájaro entero.
-Lo sabía -dice.
Mete la mano dentro del pájaro y saca una batería y un embrollo de cables.
-Es un mirajo -explica Beetee-. Los llaman así. Ni siquiera son pájaros. Son drónes: cámaras a control remoto que aparentan serlo.
-Entonces Caroline ya sabe que estamos aquí -digo.
-Tardamos en irnos entonces -dice Johanna.
Todos recogen las mochilas. Beetee deja en el suelo la plumas falsas y las alas de pájaro y se guarda la batería con la cámara y los cables.
Subimos las escaleras de la casa y salimos.
Una vez fuera empezamos a correr por una calle amplia.
-Fijaros en el suelo. Tened cuidado con las vainas -dice Beetee.
Giramos una esquina y corremos por otra calle más estrecha.
-¿Vamos a algún sitio en especial? -pregunta Peeta.
Nadie contesta porque la respuesta es obvia: no sabemos a donde vamos.
Es entonces cuando la tierra empieza a temblar.
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ESCOMBROS - Los Juegos Del Hambre
Teen Fiction<<Me llamo Katniss Everdeen. Tengo veintiocho años. Mi casa y mi familia están en el Distrito 12. Estuve en Los Juegos del Hambre. Escapé. Derroté al Capitolio..., ..., silencio..., silencio..., ¡SILENCIO! >> <<Damas y Caballeros...