Capítulo 13

939 63 3
                                    

La ira estalla dentro de mí.

-No... -susurro-, no puede ser...

-Katniss...

Siento mucha rabia y mucha impotencia dentro de mí.

-Peeta..., Oh dios mío, ¡¡¡Peeta!!!

Empiezo a correr en dirección hacia la plaza. Peeta y los demás se fueron por allí la última vez que les vi.

-Katniss, ¡no! -grita Enobaria intentando detenerme.

Empiezo a correr más rápido que nunca.
La desesperación hace que mis ojos se llenen de lágrimas.
Mi corazón va a cien por hora.

Empiezan a encenderse las luces de las farolas cuando el cielo se cubre de la oscuridad de la noche.

Llegamos al montón de escombros dónde se formó el triángulo con los edificios. Luego giro hacia la plaza.

Esta está vacía. Sólo hay dos farolas caídas y unos bancos destruidos.

Empiezo a ponerme muy nerviosa.
Caigo al suelo.

-No..., ¡¡¡Nooo!!!

Enobaria aparece detrás de mí y me coge en brazos.

-No te preocupes Katniss, estarán bien. Peeta sabe cuidar de sí mismo. Parece mentira que no lo conozcas.

***

-Estás cómoda... ¿verdad? -me pregunta la voz de Snow.

Dos mutos con forma de tigre aparecen y se lanzan encima mía.

-¡Aaah! -grito y despierto de mi pesadilla.

Me incorporo en el sofá del salón del edificio dónde nos hemos instalado.
Es dónde había entrado yo.
Enobaria ha debido de traerme aquí después de desmayarme en la plaza. La miro; está en el suelo durmiendo con unas mantas.

Si no me matan Los Juegos, me matarán las pesadillas. Eso lo tengo claro.

Oigo un suave ruido que viene de fuera. Como agua de mar golpeando rocas.

Cierro los ojos con fuerza y me tumbo en el sofá.

«Me llamo Katniss Everdeen. Tengo 28 años. Mi casa está en el Distrito 12. Estoy en Los Juegos Del Hambre. La nieta del presidente Snow me ha traído aquí. ¿Porqué? No lo sé»

Otra vez oigo agua de mar golpeando rocas. Me parece a mí que estoy empezando a desvariar.

***

-¡Katniss despierta! -me grita Enobaria sacudiendo mi cuerpo.

Con los ojos entre cerrados pongo los pies en tierra para incorporarme y me doy cuenta de que todo está cubierto de agua.

Otra vez el familiar ruido de agua de mar golpeando piedras.
Es de noche todavía. Supongo que serán sobre las cuatro o las cinco de la madrugada.

Me pongo de pie y camino hasta las escaleras. El agua me llega por los tobillos.

-¡Katniss!, tenemos que subir a la segunda planta, vamos.

Las mesas y las cosas del salón están flotando en el agua.

Subimos las escaleras hasta el segundo piso que está completamente vacío.

ESCOMBROS - Los Juegos Del HambreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora