COLISIÓN - Homoerótica [EN EDICIÓN]

Capítulo 13: Scandale

George V, París-Francia

Después de todo, Jeff tenía razón. Necesitaba asearse. 

Luego de una larga ducha, una buena afeitada y ropa limpia, Drew se siente como nuevo. Limpio, pero aún con el peso de la culpa sobre sus hombros. Sin embargo, el modelo no sabe qué es lo que hizo o dijo para que el novato se enojara. 

Ve la charola con su taza vacía y la de Jeff llena, hace una mueca pues no le dejó terminar al chico su desayuno y se siente aún peor cuando recuerda que fue el castaño quien trajo la comida. Decide bajar y devolver la charola en persona, pese a simplemente pedir a servicio al cuarto que la retiren. Tiene el presentimiento de que Jeff estará en la cafetería y no se equivoca. 

Cuando baja por el ascensor y se adentra en una de las tantas cafeterías del hotel, tiene la suerte de encontrar al novato sentado en una mesa que da hacia la ventana, bebiendo de su taza, no hay pan o algo más que pueda comer. Drew se siente peor, de seguro ya cerró la hora del desayuno. 

Allí parado con charola en mano, Drew lo observa por una cantidad considerable de tiempo. Ve el perfil del joven castaño y nota que es tan fino, tan perfecto para una foto, podría ser un modelo igual que él, pero Jeff tiene algo que Drew nunca pudo alcanzar en su carrera. Una aura etérea, de calma y seguridad. Mientras que Drew, por el contrario, solo podía exhibir encanto, sensualidad y excitación. Desde donde está, Drew puede ver que los ojos del chico se ven algo rojos, como si hubiera llorado. La presión que siente en el pecho se incrementa de tan solo pensar en que lo hirió. 

De repente, Jeff deja de mirar hacia afuera para encontrarse con los ojos de Andrew, quien al verse descubierto decide avanzar hacia él. Se sienta al mismo tiempo que deposita la charola sobre la mesa.

—Hola — saluda Andrew, extrañamente tímido.

Jeff se lo queda mirando con el ceño fruncido. Baja la taza despacio y cierra los puños a la defensiva.

— ¿Qué quieres?— espeta.

La molestia es palpable en cada sílaba dicha.

—Vine a devolver la bandeja— se excusa Drew, señalando el objeto. Jeff mira a la bandeja y luego a Andrew. 

—Servicio al cuarto podía llevársela. 

—Tú también pudiste haber llamado al servicio al cuarto— ataca Drew.

—Se le llama consideración — responde Jeff rápidamente. 

—Lo sé. También vine a agradecerte por el té y-

—De nada, ahora vete — le corta el castaño.

—Escucha – Drew dice, elevando un poco la voz para poder hacerse escuchar –, no sé qué dije para que te pongas de esa manera pero quiero decir que lo siento.

—A que te refieres con que no lo sabes, ¿acaso no es obvio? 

¡No, no es obvio! Quería gritar Andrew, en cambio, toma aire y trata de calmarse.

—No entiendo que hice para fastidiar las cosas pero si me lo explicas creo que lo captare mejor —insiste Andrew, el arrepentimiento y las ganas de arreglar lo que sea que hizo mal se reflejan en sus ojos y Jeff puede verlos. ¿Cómo no verlos?

Ahora es Jeff quien inhala después de darse cuenta de que Andrew, enserio, no sabe cuál fue su error, así que lo deja ir. Todo el drama que sufrió lo causó el mismo, él y su eterno sufrimiento por su ex novio, era su culpa y de nadie más.