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D A V I N A

Todo ha estado en silencio. Aparte de la música que suena en mis auriculares mientras camino hacia la cena, los pequeños parlantes reproducen 'Into The Black' de Chromatics. Ha sido una canción repetida reproducida en el reproductor MP3 que he tenido durante años y años. Un regalo robado de uno de los Emo de mi instituto. Oh, cómo extraño lo imprudente y fácil que era la vida. La vida era igual de desafortunada pero era más fácil.

Pienso en esos días a menudo. Esos días también quedaron atrás y no tiene sentido pensar en ellos. Me alegro que hayan terminado, ahora sólo necesito terminar estos días.

Todo ha estado en silencio. Aún. Silencioso. No pasó nada. Y así ha sido durante una semana entera. No hay señales de Ghostface, ni estudiantes acosadores. Nada. Fui a clases, me senté en ellas y no asimilé nada. Todo es una repetición de mis años de escuela secundaria. Es una pérdida de tiempo. Soy un criminal. Debería estar encerrado en una celda o en un asilo. No en una escuela con otros criminales tratando de redimirnos o intentar convertirnos en mejores personas.

Es un castigo. Es aburrido.

Sólo un año, me sigo repitiendo. Pero todo es una mierda. Estaré muerta. Asesinada. Enterrada en el bosque. Siempre estaré en esta escuela.

Es el infierno.

No tiene sentido intentar aprender nada o mejorar. Tratar de expiar mis pecados, lo cual intenté y no me hizo sentir mejor. No siento nada. No soy nada.

"Davina, concéntrate." me siguen diciendo los profesores. "Tienes que concentrarte". "Mantén la cabeza en la clase".

Todo eran sólo palabras resonando en mi cabeza y yo no estaba allí. No presente. Envidiaba a los estudiantes de esta escuela que se reían y aprovechaban al máximo su tiempo aquí como si esto fuera normal. Nada de esto era jodidamente normal.

Draco había notado el cansancio en mis ojos. No te lo podías perder, es obvio, literalmente me está carcomiendo. Lo sabía. He tenido que mirarme decayendo todas las mañanas. Soy un fantasma. Draco no ha dicho nada. Está igual de agotado, igual de aburrido. Me alegro de que no quiera hablar de ello porque ni siquiera tengo la energía para intentar explicarlo sin contarle sobre Ghostface. No quiero mentirle. No tengo las agallas para decirle que no estaré aquí pronto.

Estaré en una tumba sin nombre. Una patética tumba olvidada. Entonces no importa.

Aunque me mira mucho. Lo beso para no tener que ver esos ojos tristes y cansados ​​y para que él no tenga que ver los míos. Caminamos juntos, comemos juntos y dormimos juntos. Pero apenas habla. Él siempre tiene una mano sobre mí y eso siempre me hace sentir segura. Protegida. Amada.

Nadie se fija en nosotros. Nadie nos habla.

Nosotros somos los monstruos.

Y no nos importa.

Theo, Blaise y Pansy han evitado mis ojos como si fuera una plaga. Como si me miraran, los matarían. Sinceramente es bastante divertido. Me pregunto qué piensan. Saben que no soy la asesina pero deben sospechar que tengo algo que ver con ellos. Debo hacer por los asesinos para salvarme de su intento de asesinato.

Lo que no saben es que estoy en el mismo barco, preguntándome lo mismo y contando mis días. Se han mantenido en silencio hasta el momento. Y si son inteligentes mantendrán la boca cerrada. Los he visto matar y me sorprende que les hayan concedido misericordia. Son brutales, viciosos y no dudan.

Llego al comedor y Draco no está en nuestra mesa. Mantengo mis auriculares puestos, fingiendo que soy invisible mientras tomo un plato de comida y me siento a la mesa. No sé dónde está Draco pero no tengo nada más que hacer que esperarlo.

SCREAM FOR ME | DRACO MALFOYOnde as histórias ganham vida. Descobre agora