SCREAM FOR ME | DRACO MALFOY

39 !!!

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D A V I N A

Nunca pensé que sentiría celos. Pero últimamente he sentido esa miserable emoción más de lo que me gustaría admitir. Lo sentí hoy más temprano cuando estaba mirando los vestidos y deseando poder lucir diferente y más deseable como las otras chicas. Y lo sentí de nuevo cuando entré al gran comedor y vi a una linda rubia parada al lado de la mesa de Draco. Los estudiantes pasaron a mi lado, tan inconscientes de la ira impura que silenciosamente hervía dentro de mí. Me quedé quieta bajo la luz del pasillo y tan inconsciente de este sentimiento oscuro.

No significa nada, me dije pero aún así me acerqué, mis pies moviéndose uno por uno con una ira irritante a mi lado. La bonita rubia era baja, su falda revelaba piernas tonificadas y su blusa ajustada alrededor de su pecho daba suficiente imaginación a sus senos llenos. Ella era todo lo que yo no era. Tal vez estos celos fueron alimentados por mi inseguridad o tal vez fueron miedo de que Draco pudiera mirarla de la misma manera que me mira a mí.

Yo era una aburrida comparada con ella.

Draco y yo no tenemos ninguna relación. Sí, hay una atracción obvia y mi corazón puede latir un poco más rápido cuando estoy con él pero no teníamos ninguna relación. Él no era mío. Y yo no era suya. Draco es libre de hablar con cualquiera. Besar a cualquiera. Que se folle a cualquiera. Al igual que yo haría lo mismo.

Pero cualquier pequeña conexión que tuviéramos, lo quería todo. Y no podía permitir que cosas rubias bonitas se interpusieran en mi camino.

Me paré detrás de ella; incluso olía divinamente, un encantador aroma floral. Muy fuerte. Demasiado desesperada. Y la forma en que estaba parada, apoyando un brazo sobre la mesa, sus perfectas piernas cruzadas, haciéndole saber a Draco que podía mirar. Podría tocar. Pero no lo fue. Él la miraba a los ojos con absoluto aburrimiento.

Fue un alivio sentir calor en mi pecho y en ese mismo segundo, los ojos de Draco se volvieron hacia los míos y fruncieron un poco menos el ceño.

—Pero soy la mejor compañía.—dijo la chica con voz dulce.—seguro que no quieres estar solo.

—No estará solo.—hablé y la vi ponerse de pie y mirar por encima del hombro como si no pudiera creer que me atreviera a interrumpirla.

Ella agitó sus pestañas y sonrió pero había maldad en sus ojos azules.—Oh, seguramente contigo no.—Ella me miró de pies a cabeza.—Sabes lo que todos han estado diciendo sobre ella, ¿verdad?.

¿Lo sabía? Mis ojos se dirigieron a Draco, que estaba sentado con la mandíbula apretada. Espera, ¿qué sabría él? ¿Esta chica se refería a que yo era una puta? ¿O era otra cosa?.

—¿Qué dicen todos sobre mí?.—Miré a la chica con un rostro tranquilo y descuidado, pero había una pizca de preocupación en mi tono.

Se volvió hacia mí, sus ojos cayeron lentamente hacia mis pies y la desaprobación en su burla mientras volvía a mirarme a los ojos, soltó una carcajada e inclinó su rostro hacia adelante.

—Están diciendo que eres la asesina.

Mi garganta se sacudió. ¿La gente realmente cree que soy la asesina? Miré a Draco, que ahora estaba un poco más tenso y se había sentado más derecho. No, ahora estaba realmente tenso. ¿Él también lo pensó?.

Ella chasqueó la lengua.—Seguro que pareces un poco culpable.

—Eso es ridículo.—le respondí e hice lo mejor que pude para reírme un poco.