🌹ㄩ几ㄖ🌹

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Odiar representa algo mucho más grande de lo que cualquiera pudiese soportar...
Viene desde el alma...
Como un enorme río en el que si no luchas por salir a flote, fácilmente te hundes.


***Flashback...***

[Ohio, EE. UU.]
[Diciembre 24, 1973].

Perder a alguien es un motivo válido para resentir fechas importantes, pero no para arruinar el corazón de personas inocentes.

Mackenzie ha olvidado el rostro de su madre.
No es su culpa, pero inexplicablemente, su corazón siente parte de culpa.
Es por ello, que desde su punto de vista, festejar la navidad es algo estúpido... Entiende el significado que muchas personas le dan y no está en contra de eso; lo que le resulta estúpido, es que las personas con el corazón envenenado, son las que se esfuerzan en celebrar algo que no encaja con ellos; y por si eso no fuese suficiente, debían pasar la navidad con la abuela (madre de su padre).

Una repentina silueta se sienta a su lado en el gran sofá sorpendiéndola al instante, a pesar de ello, no se inmuta, tan sólo observa a su madrastra y hermana (Berenice), ir y venir de un lugar a otro con charolas de comida.

Había pasado tantos años en la enorme casa de su padre obligándose a soportar las innumerables veces en que Esther buscaba hacerla sentir menos ante sus hijas (excepto Tamara, quien aseguraba casi a gritos, que era muy poco desgraciado verla del lado de alguien que no lleva su sangre), por lo que sin duda estaba más que acostumbrada a ser la única en aquél lugar, que debía mantenerse alejada de todo lo que involucraba "la convivencia familiar".
Por supuesto, Tanner y Tamara odiaban tanto como ella el tener que asistir a esa casa llena de recuerdos desagradables, pero su padre les había dado una sola regla en su vida... Una que no podían saltarse por mucho que no les gustara...
Hacer compañía a la abuela en los momentos que ella así lo deseara, aunque ella jamás había entendido el punto de aquellas reuniones, pues a los ojos de la "elegante" mujer, la familia de su hijo (Ryan) dejaba mucho a desear, y ante sus ojos, cada uno de sus nietos se habían ganado (y de buena manera) cada uno de los adjetivos que ella se negaba a quitarles...

Berenice era la "superficial". Era atractiva (o al menos, Esther siempre se había alegrado de poder presumirlo ante todo el mundo), pero como todos habían tenido la oportunidad de notarlo, era bastante estúpida al hablar de temas con mayor importancia que los cosméticos...
Patrik era el "egocéntrico". Sin duda alguna, un dilema completamente diferente a todos ellos, puesto que aunque contaba con un gran atractivo, aquello lo hacía lucir más como el villano de una película; y ante ello, había optado por tomar el papel más fácil que encontró. Ser para sí mismo, centrarse únicamente en los buenos vinos y en el sin fin de viajes que se le ocurrían en la cabeza para escapar de las responsabilidades...
En cuanto a Mackenzie, la abuela la había calificado como la "doncella demente"; en ella había una clase de belleza diferente (de acuerdo a sus palabras), Araceli Blair le había heredado buenos genes; lamentablemente, sus buenos modales no habían sido heredados. Era lista, sexy y culta, pero su vida no salía de su mente; siempre estaba tan enfrascada en vivir los sueños más locos que se le ocurrían, que abandonaba por completo la realidad...
Tamara y Tanner por el contrario, habían sido calificados como "los sensatos". Ellos jamás se permitían pensar en tonterías y antes de hacerse escuchar, primero razonaban y llegaban a conclusiones acertadas.

En su momento, Esther había enfurecido al escuchar los apodos brindados a Berenice y Patrik; pero con el tiempo, todos habían aprendido a lidiar con ello, y poco a poco, los defectos que se les había obligado a ver, resultaron ser agradables a los ojos de cada uno de ellos, cosa que al saberlo, había enfurecido a a abuela y a todos les había fascinado el poder devolverle el insulto.

Princesa de la Inocencia© [Libro #1/ Saga Realeza]Where stories live. Discover now