Reacciones explosivas

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Le envío un LOL a Pablo por el meme que me envió de mi historia antes de apagar mi celular y centrarme en mi lectura. ¿Cómo puede ser que una historia me enganche de tal manera que me la haya leído casi doce veces en los últimos quince días? ¡Pensé que algo así era imposible! Aunque tampoco es que ciento veinte páginas sean tantas. No lo sé, encuentro demasiado intensa la relación entre el personaje principal de Incongruencias y la mía. ¡Hasta su nombre comienza con O! Odi sabe lo que es estar sola y tener sentimientos encontrados por un sujeto que no lo vale. Ella conoce de tóxicos.

Ha pasado demasiado tiempo desde que el año se acabó y enero va a millón. Los primeros días apenas me sentía la cantidad de tiempo que me sobraba. La vida sin trabajo es bastante aburrida y para cuando llegaba la tarde ya no tenía ganas de seguir leyendo. Las series de Netflix todas me parecen la misma. Uno no encuentra el amor en los pasillos del instituto mientras huye de la chica desagradable de la escuela. Yo conozco de cerca lo de enamorarse en el colegio y aseguro que no es de esa manera.

Nos quieren vender el romance como algo perfecto y la realidad dista mucho de eso. el romance tiene espinas por todas partes, aunque quizás sea solo ese que me tocó vivir a mí. No lo sé, prefiero no pensar en cosas que me desganarán emocionalmente y a las que no le encontraré una solución.

Le escribí a Dante a comienzo de año preguntándole cómo iban las cosas con Deseo para Pascua y me comentó que el corrector ya lo tenía casi completo, que me mandarían el manuscrito para revisarlo del todo y que lo debía reenviar antes de abril. Fue ahí que me preguntó si tenía alguna otra idea para escribir. Le fui bastante honesta cuando le dije que me enfrento a un bloqueo horrible de escritora. Pensé que me reprendería, pero en lugar de comportarse como un Macbeth cualquiera, me envió una lista de tips para vencer el bloqueo de escritor. Agradecí y no los leí.

Creí que esa sería la única llamada desagradable de este nuevo año. ¡Qué tonta! Esa misma noche mi madre consiguió comunicarse conmigo y en vez de desearme felices fiestas y preguntarme por mi salud, atacó cada aspecto de lo que sucedió con mi hermana. Alegaba que ya lo pasado, pasado y que no tenía necesidad de haberle pegado tanto. No quise discutir con ella, así que la dejé parlotear sobre mi mal comportamiento por casi treinta minutos. Cuando por fin pude hablar, le dije que le enviaría una copia del libro y estuvo de acuerdo. Cortamos y sé que no tendré que llamarla hasta su cumpleaños.

La yaya fue diferente. Me sinceré con ella, le conté que no podía perdonar a la mujer que me dejó sola cuando más la necesité, que odiaba demasiado a mi hermana y le platiqué acerca de Pablo. Sé que le dio un profundo dolor lo de Olga, pero con respecto a mi Florentino Ariza sí que hizo algarabía. Es cierto que en todos los años que tengo jamás le presenté a mi abuela a algún novio, más que nada porque jamás he salido con alguien en una relación formal. Le dije que tenía sentimientos confusos con él y su consejo fue que no dejara pasar este tren.

El problema es que, si lo dejo pasar, lo más probable es que me atropelle.

Pablo es to much for me.

Cierro el libro cuando siento que alguien llama a mi puerta. No ordené nada, pero no me sorprendería si fueran flores. Tanto Pablo como Samuel las envían con bastante frecuencia, las boto siempre porque el polen me causa alergia. Valoro el gesto, pero no de quién viene. Pongo el libro sobre mi sofá y avanzo hasta la puerta. Me he vuelto un poco adicta a la dedicatoria que él me escribió en Incongruencias. Creo que ha sido la forma de disculparse más linda que alguna vez se escribió.

La sorpresa que me llevo al abrir la puerta es hasta cierto punto agradable. Pensé que todos se habían olvidado de mí al volverme histérica y que jamás sabría de mis dos amigas. Ellas han sido una de las pocas cosas buenas que hice alguna vez en mi vida. Junto a ellas viene Samuel. No sé en qué momento se volvieron tan cercanos esos tres y será algo que plantee si vinieron aquí para recibir unas disculpas de mi parte.

ConcupiscenciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora