Timeless Academia

Londres: Capítulo 11

Izuku trató de adivinar quién era esta entidad, pero sin ninguna información concreta, se quedó mirando con creciente tensión esta misteriosa figura ante ellos. Se arriesgó a mirar a Mordred y descubrió que, comprensiblemente, ella estaba expresando más o menos lo mismo, aunque con una mezcla de tensión y reconocimiento.

Ella no tenía miedo , no lo creía. Mordred no era del tipo que mostraba miedo, o eso suponía. Sin embargo, el hecho de que ella parecía saber quién era esta persona hizo que la mirada que les lanzó fuera aún más pronunciada, incluso cuando parecía dividida entre luchar contra esta persona y tratar de retirarse. Definitivamente eso contribuyó a lo nervioso que se estaba poniendo ya que el aire tenso parecía intensificarse con cada segundo que pasaba.

La figura encima del caballo (que Izuku estaba empezando a encontrar un poco familiar ahora que lo pensaba) no ofreció una reacción inmediata. Sin embargo, después de un tiempo, daban un resoplido de aparente diversión, que se mantenía cuando finalmente hablaban.

“Veo que su resolución no ha flaqueado, Sir Mordred. "

Izuku se congeló.

Definitivamente reconoció esa voz.

El caballero levantó una mano y agarró su casco, se lo quitó y lo dejó caer al suelo junto a ellos. Con su rostro ahora revelado, confirmó el miedo que estaba creciendo en la mente de Izuku.

El rostro en cuestión era mayor, un poco más redondeado que antes. Las púas gemelas en su cabeza que sobresalían hacia atrás parecían más un par de cuernos que cualquier otra cosa, dándoles una apariencia mucho más sobrenatural. Sin embargo, la piel pálida, el cabello rubio pálido y los ojos dorados pálidos le resultaban tan familiares como la primera vez que los vio en Fuyuki.

Esta era Artoria Pendragón.

Una versión alterada de ella una vez más, pero aún inconfundiblemente Artoria Pendragon.

Izuku inmediatamente entró en un estado mucho más alarmado, rápidamente enviando mensajes mentales a todos los que pudo en ese momento de darse cuenta. ¡Todos reúnanse y diríjanse a la orilla del río! ¡Nos hemos topado con el rey Artoria! ¡Ella es la que está detrás de la tormenta! Advirtió apresuradamente.

En cuanto a Mordred, mantuvo su mirada fija en esta versión de su padre, haciendo todo lo posible por mantener la compostura dadas las circunstancias. "Cambiaste de clases, ¿eh?" comentó, en un intento de parecer en control de la situación, incluso si eso fue claramente un fracaso. “Incluso trajiste a Llamrei contigo. ¿Qué te pasa? ¿Te sentías solo?

La regia caballero no respondió a eso, manteniendo su expresión ligeramente divertida mientras miraba a Mordred. Lo que sólo sirvió para inquietar un poco más a Mordred, ya que le recordó quién de ellos tenía realmente el control de esta situación.

"No va a cambiar nada, ¿sabes?" Mordred gruñó. “¡Sigues siendo un maldito farsante! ¡Una imitación de mi padre, no algo real!

“¿Estás tan seguro?” preguntó la alterada Artoria. “Mire con atención, Sir Mordred. ¿Todavía te parezco una mera copia ahora?

Mordred se retorció un poco, reprimiendo un escalofrío que se estaba acumulando en ella. Francamente hablando, no, ya no parecía falsa. Incluso si su apariencia cambió tanto, todavía tenía la misma aura que poseía el verdadero Rey Arturo. Incluso si estaba más cerca de un ser de otro mundo, por razones que no podía entender, llevaba la presencia del verdadero Rey Arturo de todos modos.