Timeless Academia

Invocación: El Fantasma de la Ópera

El ángel de la música

El Diario de Midoriya Izuku

¿Quién decide si una persona existe o no?

¿Son todas las personas que los rodean, quienes los ven? ¿O es la humanidad en su conjunto, transmitiendo una historia que tal vez ni siquiera sea cierta, hasta que sea tan conocida y tan antigua que la gente simplemente asuma que es real?

Si suficientes personas creen que algo es real, ¿se vuelve real?

Probablemente sea un concepto demasiado elevado para empezar, lo admito. Los eventos de hoy me dejaron pensando en esto.

Quiero decir, si no es que Kiyohime todavía está convencida de que soy Anchin (incluso con Siegfried ahora tratando de mantenerla a raya tanto como Mash) o las cosas con las que tuve que lidiar antes de venir a Chaldea, es un pregunta que me he tenido que hacer más de una vez. Si suficientes personas escuchan una mentira suficientes veces, tienden a creerla. ¿Eso también funciona para leyendas e historias? ¿Las figuras míticas que he conocido hasta ahora están aquí solo porque mucha gente creía que existían?

Sé que obtuve una respuesta para la convocatoria de hoy, en lo que respecta a esto.

Aun así, me pregunto.

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Cuando la energía mágica se disparó hacia el techo, Izuku pensó que estaba listo para lo que apareciera dentro de la columna de maná. La invocación de Siegfried había sido un refuerzo de confianza para él (al menos tanta confianza como fuera de una situación de combate), por lo que estaba seguro de que podía manejar a quien viniera después.

Si bien el que apareció no fue tan peligroso para él como lo sería un Berserker, una vez que la luz se desvaneció, rápidamente se dio cuenta de que tal vez esto sería un problema.

Arrastrándose por el suelo había una niebla tenue, como si alguien hubiera abierto una bolsa llena de hielo seco y derramado el contenido. Lo acompañaba un extraño olor a humedad, como si uno entrara en una cueva cubierta de moho y hongos. En el centro de la habitación, de donde procedía la niebla, una figura se inclinaba hacia delante, con el rostro oculto brevemente a la vista. Sin embargo, mientras tarareaba suavemente una melodía desconocida, se enderezó, mostrando su pulcro traje envuelto en una capa hecha jirones, junto con la máscara blanca que cubría la mitad derecha de su rostro. "Maestro..." susurró, levantando una mano con garras para señalar la máscara. "Te lo advierto... si alguna vez vieras mi verdadero rostro... sabrías el verdadero significado del miedo..."

Izuku tembló, tratando de no parecer demasiado nervioso, pero era un poco difícil hacerlo cuando uno miraba al Fantasma de la Ópera .

"U-Um, E-" Mash comenzó a expresar, pero Izuku rápidamente se volvió hacia ella y sacudió la cabeza, haciendo que se detuviera. Teniendo en cuenta lo violentamente que reaccionó al escuchar su nombre en Francia, que ella lo repitiera ahora probablemente no fuera la mejor idea. Volvió a mirar al Asesino recién convocado, que mantuvo una sonrisa bastante espeluznante pero serena todo el tiempo.

"B-Bueno, ¿tal vez deberíamos empezar esto correctamente?" el sugirió. Dio un paso más cerca de él, su mano se movió hacia arriba para alcanzarlo. Sin embargo, incluso él tuvo el sentido común de darse cuenta de que tratar de estrechar la mano de alguien con garras de metal en los extremos de sus muñecas probablemente no era el movimiento más inteligente. Como tal, rápidamente movió su mano hacia su costado, en lugar de sonreírle temblorosamente. "¡Yo-soy Midoriya Izuku! ¡Ella es Mash Kyrielight!" presentó, señalando a Mash a su lado antes de luego señalarlo a él. "¿Cómo te gustaría que te llamemos?"