Capítulo 23.- God Menu

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-capítulo sin corregir-

El internet, desde su creación hasta la actualidad, ha sido un arma. Pese a usarse para tendencias relacionadas con el baile, retos, entre otras cosas, es obvio que ha controlado el discurso al punto de provocar que la tele sea quien debe perseguir lo que sucede en redes, y no al revés. Ahora los usuarios tienen el control, pero antes... los famosos debían alistarse para ser parte del menú, con o sin nepotismo, podías ser parte del manjar de la elite; lamentablemente en esta historia, seguimos en el "antes", y la compañía TecPage todavía no lograría tomar esa relevancia a pesar de que ellos determinaban qué formatos se usaban o no; aun así, debían ser lo más permisivos y cordiales con Andrés Azcárraga para la promoción de sus productos, aunque claro, no tan permisivos; Nick Page cuidaba de sus hijos como debía ser.

—Déjenme ver si entendí. James no canta, sino el gordito bonito, y a los dos les pagan el salario de uno, o sea, comparten salario —dijo Neo confundida. Ella, junto con los chicos, estaban en el Domo Page para sus primeros ensayos con equipo audiovisual.

—Algo así —contestó James rojo de pena.

—Es para protegerme. En realidad, fue mi culpa, no bajaba de peso y me descuidé hasta terminar en el hospital —intervino Eduardo de inmediato—. El señor Jeffrey se asustó mucho.

—Me supongo que no sabes cantar —dijo Neo, no muy convencida de la razón por la que hacían eso—. Es decir, sí podrías considerarte de cuerpo grande, pero... ¿has notado tu estatura? Estás enorme, no pueden pedirte pesar cincuenta kilos.

—Uh, bueno, mi voz no es así que digas: wow —balbuceó James, completamente inseguro, siendo interrumpido por Eduardo nuevamente, diciendo que la voz de James era hermosa y perfecta.

—Uh, ustedes dos parecen novios —dijo Neo achicando la mirada, usando su jotometro.

Las risas incómodas y escandalosas no se hicieron esperar, negando todo de forma nerviosa. Incluso Diego intervino al ponerse en medio de ellos dos, rodeando sus cuellos con los brazos.

—No, no, no. ¿Cómo van a ser novios? Míralos, Eduardo es demasiado para el Jamás —dijo seguro de sus palabras, causando las carcajadas ajenas.

—¿Estás tomando? —contestó Neo al notar un leve aroma a alcohol de parte de D.j.

—Define...tomar —carraspeó, dándole un sorbito a su lata de forma disimulada, según él; porque estaba frente a todos con la bebida.

—Definición de, ¿qué mierda es eso? —dijeron Neo y Do al mismo tiempo para sorpresa de todos. Do fue quien arrebató la bebida, y analizó junto con la chica la cantidad de alcohol que tenía.

—No me juzguen —se quejó, quitándoles la bebida—. Hemos estado prácticamente dos años en tour, dos álbumes, no hemos parado. No sabe tan bien, pero admito que me ha servido para relajarme y posar para las fotos. Todavía necesito trabajar en mi aspecto de chico malo —explicó antes que Bruce interfiriera con una llamada de la atención—. Jeffrey dijo que estaba bien, mientras no me embriagara, y no paso de una lata al día —aseguró.

—Mientras no seas el vomitón 2.0 —advirtió Do; no quería que arruinara lo que podía ser un ensayo perfecto.

—Me gusta la monotonía —dijo Lucas al acercarse, había estado dejando ofrenda a los duendes—, pero han sido dos años estresantes. Incluso ahora, me estoy engentando...

—Lucas, ¿podrías dejar de verme? Me incomodas —dijo Neo, arqueando una ceja.

—Lo siento, es que te ves tan real —suspiró encantado, girándose para ponerse contra el pecho de Bruce, quien contuvo una risa al palmear la nuca ajena—. Como decía, siento que reventaré como un barrito, de forma metafórica, no se espanten —aclaró, orgulloso de no ser literal.

PerdidosTahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon