My little girl... (Nikki Sixx)

52.

Veo como la enfermera me mira, toma la presión de mi cuerpo y después anota algo en aquellas hojas blancas que trae entre sus manos. Después ajusta los catéter que tengo en mis muñecas.

- Señora Weber, me da gusto que al fin despertó. - comenta el médico que siempre me ha atendido. - Se que por el momento no puede hablar por el oxígeno que trae puesto pero déjeme decirle que todo esta muy bien, solo sufrió un paro respiratorio. - comento a la vez que también anotaba unas cosas en unas hojas blancas. - Si no hubiese sido por su dulce abuela la señora Alice, ya no estuviera aquí con nosotros en este mundo. - me miro. - ¿De seguro se ha de preguntar como es que sucedió eso? Carrie, sufriste el paro respiratorio mientras dormías y tu abuela por suerte escucho un ruido extraño.
Eres una chica fuerte. - me sonrió y se marchó.

¿Un paro respiratorio? Pero.... ¿mi embarazo? ¿Qué hay con mi bebe? Espero que no haya pasado nada más, porque si pierdo a este bebé pierdo todo. ¡Nikki! Espero que siga en el avion porque no quiero que le digan nada porqué... no quiero preocuparlo y quiero que el este bien en su gira y no este preocupado por mi.
Veo que entra mi abuela a la habitación con un café en sus manos, me ve sonriente y con sus ojos llenos de lagrimas.

- Hola, Carrie. - toma asiento en la silla que está al lado de mi. - Me da gusto que ya despertaste, estaba demasiado preocupada por ti... pensé que te iba a perder. - dejo el café en la pequeña mesa que esta al lado y puso su mano sobre la mía. Es tan cálido su tacto que siento una enorme nostalgia y estoy segura que tengo mis ojos llorosos. - Nena, no llores todo esta bien.
Lo bueno es que yo estaba en tu casa y me pude dar cuenta del ataque respiratorio que tuviste en la noche... iba a llevarte un té para que te tranquilizaras ya que te había escuchado vomitar en el baño, pero cuando entré vi que estabas azul de que no podías respirar y como pude hice de todo para que entrará un poco de aire en tus pulmones y marque a urgencias y llegaron demasiado rápido.
¡Felicidades! Me da gusto saber que serás madre. - sonríe de oreja a oreja. - Y por cierto si te preguntas... tu bebé está muy bien.

Al momento que mi abuela dijo lo último sentí un alivio bastante grande, mi hijo esta bien y si el esta bien yo también lo estoy. Pero... debo de estar agradecida con la abuela por haberme ayudado a respirar o ahora mismo estaría en la morgue con algún médico forense que me estuviera haciendo la autopsia para saber de que me había muerto.

- Intentamos comunicarnos con Nikki pero supongo que sigue volando y por eso no pudimos. - Suspira. - Pero cuando aterricé le comunicaremos de lo sucedido. - moví mi cabeza en forma de negación, es lo que menos quiero. - El tiene que saber ya que es tu futuro esposo y es el padre del hijo que llevas aquí en tu vientre. - volví a negar con la cabeza y mi abuela suspiro. - Esta bien, me encargaré de no decirle nada pero tu tienes que hablar con el después de que te quiten todos estos aparatos.
Melanie y Dylan están aquí. - se levantó y me dio un beso en la frente. - Les diré que pueden pasar a verte ya que están preocupados por ti.

Mi abuela sale de la habitación y me quedo sola otra vez.
La habitación es tan grande que se puede escuchar el eco de los zapatos de mi abuela aún después de haber salido. Siento un escalofrío recorrer todo mi cuerpo al pensar en Nikki y en su reacción. Si, mi abuela tiene razón y esto lo tiene que saber Nikki, pero lo va a saber cuando yo quiera y además nuestro hijo está bien no hay de que preocuparse.
Veo que entran Melanie y Dylan, Dylan trae un ramo de girasoles y los pone sobre la pequeña mesa que está sobre mis pies.

- Eres una tonta. - Dice Melanie. - Cuando tu abuela nos aviso de que sufriste un paro respiratorio yo casi sufro uno... pensé que te ibas a morir porque no reaccionabas. - me tomo de la mano. - Te amo, tonta..

- Duraste dormida casi doce horas. - Dice Dylan y me sorprendo al escuchar que fue mucho tiempo. - Pero lo bueno es que sigues aquí con nosotros y estas bien.