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NIKKI SIXX

Sentí un frío recorrer mi cuerpo, aquel frío llego hasta lo más profundo de mi ser que creo que atravesó mis huesos.
Un miedo me invadió. Abrí mis ojos y la necesidad de la heroina volvió a mi, tengo que tenerla en mi cuerpo o me volveré loco.
Al sentarme sobre la cama y encender la lámpara, vi lo más hermoso que jamás había visto. A mi lado se encuentra Carrie, esta durmiendo como un pequeño ángel y entonces recordé que le había dicho que se quedara conmigo.
Mire aquel bello rostro dormir, por un momento sentí tanta envidia de como dormía. Desearía tener aquella tranquilidad para poder dormir igual que ella pero... necesito la puta heroina en mi.

Jamás he dejado que una mujer duerma sobre mi cama, siempre las corro o a menos que sean mis novias.
En el momento que me iba a levantar, sentí una pequeña mano sobre mi brazo.

- N-Nikki. - Hablo Carrie y abrió sus hermosos ojos. - ¿Ya amaneció? - Se sentó sobre la cama, me arruino las ganas.

- No, creo que apenas son las 3 de la madrugada. - Mire el reloj y confirme que si son las 3. - Vuelve a dormir yo me encargaré de llevarte a tu casa.

- ¿Qué haces despierto?

- Es que escuche un ruido. - mentí, no le diría que prepararía mi dosis de heroina.

- No creo que sea nada... sabes jamás me había quedado en la casa de un chico que apenas y conozco. - mierda, ahora se va a poner a platicar.

Su pequeña mano se puso sobre mi mejilla, sentí la calidez de su tacto y cerré los ojos al instante. Su tacto calmo mis ansias por el momento, creo que esta chica ha de tener heroina en su puta mano. Abro mis ojos y me encuentro con su tierna mirada. Aquellos ojos grandes de color almendra iluminan todo a mi alrededor y yo me quedo perplejo.

- Estas sudando. - Pone su mano sobre mi frente y después me ayuda a quitarme la chaqueta, que por alguna extraña razón aun tengo puesta. - ¿Te sientes bien?

Si supieras que estoy desesperado por ir a mi armario e inyectarse esa dosis de heroina, si supieras que esa es la única forma de "tranquilizarme" hasta el momento.

- Si. - respondo. Miro sus pequeñas piernas y admiro lo bien que se ven, su piel es muy perfecta.

- Iré a traerte agua, no creo que estés bien. - se levanta de la cama y yo solo observo su linda figura perfecta.

Ella sale de la habitación, de inmediato yo voy al armario.
Preparo la puta heroina y la inyecto sobre mi brazo. Me recuesto sobre la alfombra, me recargo en la pared y me dejó llevar. Puta madre, esto se siente tan bien. Lo necesitaba.
Después de unos minutos escucho unos pasos muy fuertes que se acercaban a mi y unas voces atroces. Agarro la pistola que tengo en el armario y abro la puerta. Carrie, deja caer el vaso con agua que trae entre sus manos y se queda quieta. Veo el terror en sus ojos, tiro el arma hacia algún lado de la habitación y me acerco a ella.

- Pensé que... pensé que habían entrado aquellas personas y yo solo quería protegernos. - Ella dio unos pasos hacia atrás. - Carrie, no te haría daño. Mierda.

- Ni-Nikki, no te me acerques. - alzo las manos y después se sentó en la cama, bajo la mirada hacia la alfombra.

Hubo un silencio demasiado incomodo, me quede inmóvil. La he cagado, claro como siempre lo hago pero no quería hacerlo con ella, no con Carrie.
Me analice, vi que corría sangre de mi brazo derecho y que ahora me encuentro sin playera.
Mierda, debo de parecer un puto psicópata.

- Nikki, ¿Qué mierda pasa? - me mira seria.

- Nada, pensé que...

- Te está ocurriendo sangre del brazo, estas sin playera, estas sudando demasiado, tus pupilas están muy dilatas y me apuntante con una arma de fuego. ¿Acaso eres un puto psicópata? - pregunto aterrorizada.

My little girl... (Nikki Sixx)Where stories live. Discover now