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Dos días para irnos a Suiza de vacaciones, regresaré después de 9 casi 10 años sin ir. Estoy algo nerviosa ya que nos hospedariamos en la casa que mi padre tiene allá, es una idea ya que tiene una vista increíble a los alpes, además de que el lago en estas fechas está congelado y tal vez patine un poco y anime a Nikki a patinar.
Todo apunta que este viaje será inolvidable, al menos yo lo haré de esa manera y espero que Nikki, tampoco lo olvide.

Bailo en la sala you don't own me de lesley gore, bailo mientras canto la canción a todo pulmón.

You don't own me
I'm not just one of your many toys
You don't own me
Don't say I can't go with other boys.

Bailo como nunca antes lo había echo, muevo mis caderas al ritmo de la música al igual que mi corto cabello. Agarre mi cepillo como un micrófono y me deje llevar por el momento.
Camino de un lado para otro en la sala, siento la canción y canto bien.

Escuche una risa, dejo de bailar y veo a Nikki, recargado en la pared con sus brazos cerrados sobre su pecho. Morí de pena.

NIKKI SIXX
Entre a la casa y escuche una música, si no me equivoco era la canción de Lesley Gore, You Don't Own Me. Llegue hasta la sala y vi a Carrie, cantando y bailando la canción.
La forma en la que ella se mueve me pareció demasiado linda, jamás había visto a esta Carrie, bailarina. Debo admitir que canta demasiado bien, definitivamente volvería hacer una nueva banda y ella sería la vocalista.
Se mueve mucho mejor que nadie en el jodido mundo, sus caderas seguían el ritmo de la música y la forma en la que alborotaba su lacia cabellera me volvió loco.

Esta mujer hace cada día me enamore más de ella, además de darme la sorpresa de que iríamos a Suiza, a su país natal.
No esperaba a que me diera algo así de regalo de cumpleaños, esperaba algo más como un bajo o alguna prenda de vestir.
Definitivamente con lo que Tommy le había comentado yo hubiese estafó satisfecho o con el simple echo de estar todo el día conmigo yo hubiese estado feliz.

Se quedó quieta como si hubiese visto a un extraño, vi como sus mejillas se tornaron de un color rojizo, dando a entender que esta muerta de vergüenza.
Me encanta que a pesar de haber compartido demasiadas cosas íntimas y no me refiero solo a lo sexual, ella siga con aquella vergüenza como si apenas estuviéramos saliendo.
Me reí al verla así, no fue por burlarme de ella al contrario, me pareció la mujer más hermosa de todo el jodido mundo al verla así.

- ¿Tienes mucho tiempo ahí parado? - Se acomoda su vestido.

- No, acabo de llegar.
Sigue bailando, lo haces muy bien.

- ¿Qué? No, no seguiré bailando.

- ¿Por qué? Lo haces bastante bien, me encanto verte bailar.
Jamás te había visto bailar y déjame decirte que verte así me resultó bastante excitante. - me acerque a ella y la tome por la cintura.

- Lástima, ando menstruando y no se va a poder. - puso su dedo índice en mi pecho y me retiro un poco.

- A mi no me incomoda un poco de sangre. - susurre en sus labios.

- Pero a mi si. - me dio un beso y se separó de mi. Apago la música y se sentó en el sofá.

Me senté al lado de ella resignado a que no habría sexo por los próximos cinco días. La mire y ella me miró. Me encanta como me seduce con su linda mirada, mi piel se eriza con el simple echo de ver como me mira y me hace aveces gestos demasiados extraños. Pero así es ella, esta loca y es demasiado alegre. Tal vez lo único que tenemos en común es la locura, no nos importa nada en el mundo cuando nos disponemos hacer algo.

- ¿Esta enojado señor, Sixx? - hizo una voz gruesa, sonreí ante aquella voz.

- ¿Por qué lo estaría? No voy hacer nada que te incomode, me gusta que estés cómoda cuando tenemos sexo y no me gustaría que estuvieras incomoda. - acaricie su cabello. - Eres tan... pequeña.

My little girl... (Nikki Sixx)Where stories live. Discover now