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Los rayos del sol entran por la ventana, alumbrando el cabello de color caramelo de Carrie, parece que hay fuego en el y las ondas de su cabello parecen quemarse con el sol. Su piel suave brilla como nunca y noto lo largo de sus pestañas. No es que antes no lo hubiese notado, claro que lo había notado pero hoy parece que un ángel cayó del cielo y se a acostado a mi lado.

A pesar de tener tantos problemas últimamente ella sigue durmiendo tranquila y yo intento hacerme el fuerte para no volver a caer en las drogas. He bebido alcohol pero no es lo mismo que volver a la heroina o cocaina.
La verdad no se de donde estoy sacando tantas fuerzas para no darme por vencido y no llorar con ella cuando lo hace. No es la única que esta mal, quiero ayudarla con todo lo que este a mi alcance pero... ¿Cómo ayudarla si yo aún no estoy bien? Aún me cuesta trabajo mantenerme sobrio y aunque lo hago parecer fácil, no es nada fácil la puta abstinencia.
Mi cuerpo me pide a gritos la aguja, aquella dulce heroina correr dentro de mis venas y al fin sentir la paz que me llevaba al mismo infierno.

Veo su pierna marcada por aquella cicatriz del accidente donde dejo lo que más amaba. Parece que la vida se a empeñado en quitarle todo lo que ama y no lo entiendo. Ella es una mujer realmente linda y merece el mundo entero, no se porque últimamente ha sufrido bastante.
Aveces siento que yo soy el que le da mala suerte ya que desde que la conocí le han pasado cada cosa... aunque si lo pienso ya le habían pasado cosas así muchísimo antes de conocerla. La muerte de su madre y la muerte de su ex novio que dice que amo demasiado.

También me he puesto a pensar como serían nuestras vidas si no nos hubiéramos conocido o si ella se hubiese alejado de mi cuando le dije que lo hiciera. ¿Estaría aquí donde estoy ahora?
¿Qué estaría haciendo ella? ¿Aún sería una patinadora artística? ¿Sería la campeona olímpica?
Observo su cabello que ha crecido bastante, ahora lo tiene hasta la cintura y recuerdo que cuando la conocí su cabello y apenas llegaba a sus hombros. Era una niña, una niña que quería comerse al mundo y se detuvo en seco.

Acaricio la cicatriz de su brazo, la acaricio lentamente para no despertarla ya que arruinaría este momento perfecto para los dos.
Abre sus ojos y con el sol parecen de color miel, me sonríe de oreja a oreja dejando ver sus dientes perfectos. De seguro llevó años de ortodoncia en ellos.

- Hola, Nikki. - se acuesta boca arriba y agarra su cabello en un chongo. - ¿Qué hora es?

- Es temprano. - Me mira extraño ya que es raro que yo esté despierto tan temprano. - Me desperté temprano. - Sonrió y ella se sienta sobre la cama para recargarse en la cabecera.

- Algo extraño de ti en tus giras, ¿No? - ríe

- Demasiado extraño. - me siento al lado de ella.

Miro sus delgadas manos y veo como mueve sus dedos con desesperación. Aveces quisiera saber que es lo que piensa o lo que siente, ya que rara vez me habla con la verdad acerca de su salud y siempre dice que esta bien.
No tengo que reclamar nada ya que yo tampoco soy muy sincero de como me siento ahora que estoy "sobrio". No he hablado con ella acerca de mi estado y supongo que ella esta en las mismas condiciones que yo.

Analizo detalladamente sus manos, sus uñas de color rosa palo y lo flacos que están sus dedos blancos. Presiona sus manos entre sí, truena sus dedos en modo de desesperación o estrés.

- Hoy en la noche habrá una fiesta en un casino, es como una fiesta de bienvenida para Motley Crue. - digo y me mira sin dejar de mover sus dedos. - Habrá alfombra roja y uní que otro reportero. - vuelve a fijar su vista en sus manos.

- Supongo que habrá varias celebridades. - dice sin mirarme.

- Habrá otras bandas en esa fiesta, creo que estarán los de Guns N Roses y Cheap Trick entre otras más. - me mira.

My little girl... (Nikki Sixx)Where stories live. Discover now