25.

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Había extrañado tanto su presencia, ver esos hermosos ojos llenos de vida y llenos de alegría.
Caminamos directo al baño, una vez dentro ella se paró frente a mí y empezó a quitarse su ropa lentamente frente a mis ojos llenos de lujuria y deseo. Quedo en ropa interior, con aquel top deportivo y unos boxers de encaje de color negro.
Recuerdo la última vez que admire su cuerpo desnudo, ella no estaba tan delgada, ahora los huesos de su clavícula resaltan más como los de su cadera. Sus piernas ya no son tan torneadas como antes, pero aún así ella sigue siendo perfecta. Vi la cicatriz en su pierna, donde tuvo aquellas cirugías, además la forma de caminar no era la misma. También en su brazo derecho tenía una cicatriz.

- Cómo puedes notar... mi cuerpo ya no es el mismo de antes desde que me paso el accidente. Deje de alimentarme bien y ahora camino medio extraño. Odio ver las cicatrices de mi cuerpo y... - se cruzo de brazos.

- ... Y sigues siendo perfecta. - me mira seria.

Se quita el top deportivo, sus pechos rebotaron al instante tras quitarse aquella prenda.
Mierda... había olvidado lo mucho que amaba ver su cuerpo desnudo.
Bajo la última prenda de su cuerpo. Trague saliva ya que había extrañado tanto verla así.
Nadie se compara con ella, aunque en los últimos meses había visto miles de mujeres ninguna como ella. Ninguna mujer causaba tanto deseo en mi como Carrie.

Camina hasta la bañera, mete un pie y después el otro. Me mira al mismo tiempo que se sienta dentro del agua.
Bajo mis pantalones, mis boxers y ella no pierde ningún detalle. Camino hacia con ella y me hace espacio detrás de ella.
Se acomoda entre mis piernas, recarga su cabeza sobre mi hombro y me mira. Le sonrió y ella también lo hace.
Amaba esos hoyuelos en sus mejillas.

Tomo el jabón liquido para el cuerpo, vierto un poco entre mis manos y una vez que hizo espuma lo paso por sus pechos duros de la excitacion. Ella suspira ante mí tacto y yo sigo con pequeños masajes.
Es la primera vez que estoy con ella después de bastante tiempo, tengo la necesidad de follarla duro y hacerla gritar mi nombre pero... quiero que todo esto sea especial y quiero dedicarme apreciar su belleza.

Baje mis manos hasta el centro de sus piernas y empecé hacer leves masajes sobre su clitoris, ella jadeo y se pegó más a mi pecho.
Dio la vuelta para quedar frente a mí, tomó el jabón y empezó a lavar mi pecho con sus manos. Miré cada detalle de sus movimientos y ella en todo momento me miró a los ojos con deseo.

Con sus manos mojo mi cabello y empezó a lavarlo. Yo solo disfrute de cada toque ella que me estaba dando. Sus caricias sin duda eran adictivas y se sentían mejor que cualquier puta droga del mundo.
Cerré mis ojos al sentir sus manos sobre mi pene ya erecto. Mierda... no había sentido esto con nadie más que con ella. La había echado tanto de menos.
Acune su rostro entre mis manos, ella me miró y uní nuestros labios.

Se sentó sobre mi, con cada una de sus piernas al lado de mi cadera. Rodeo mi cuello con sus brazos, la tome de la cintura con una mano, mientras que con mi otra mano hacia suaves caricias desde su muslo, glúteos y espalda.
Me apodere de su cuello, soltando besos húmedos en el y en lóbulo de su oreja.

Nuestros sexos se rozaban con cada movimiento que ella hacia, sus uñas se encajaron sobre mis hombros y me tomó del cabello. La mire a los ojos.

- Te amo, Nikki. - soltó de repente. Solo sonreí ante su comentario y la volví a besar en los labios.

Si ella supiera cuando la amo, no me bastaría una vida para demostrarle todo el amor que siento hacia ella. Me había enamorado perdidamente de ella, estaba loco por ella y haría cualquier cosa por esta mujer.

Sentir de nuevo el calor de su cuerpo sobre el mío, me hizo sentir bien. Necesitaba ese calor acogedor.
Había soñado tanto con volver a ver esa tierna sonrisa y esos ojos.

My little girl... (Nikki Sixx)Where stories live. Discover now