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Hoy amanecí con vómito, no me apetece comer nada desde hace dos días y he tenido bastante fiebre. Además de que mi periodo se me ha retrasado como por dos semanas y eso no es normal en mi ya que soy muy regular.
No he querido comentarle esto a Nikki a través de las cartas o lo preocuparía y ya tiene bastante en su vida como para agregar algo más en ella.
Melanie ha decido que hoy me acompañaría al medico, Dylan se ha quedado en la tienda para apoyarme y yo muero de nervios.
Mis pies tiemblan mientras espero sentada las resultados de mis análisis, malditas salas de espera de los hospitales. Me traen recuerdos amargados y las odio.

- Hey, Carrie. - me habló Melanie haciendo que me salga de mis pensamientos. - De seguro es una infección que traes, todo va a salir bien. - Puso una de sus manos sobre mi rodilla. - Todo saldrá bien.

Ahora era mi turno de estar dentro del consultorio.
Me siento tan pequeña sentada en esa silla y rodeada de esas paredes blancas. Quiero huir.

- Aquí tengo sus resultados, señorita Weber. - dice el médico mientras ve los resultados y toma asiento.

- ¿Estoy embarazada? - pregunto ya que ese es mi termor, no se como reaccionaria Nikki ante ello y yo no estaba preparada para ser jna madre a mis 22 años casi 23.

- No, no esta embarazada. - Deja los papeles sobre el escritorio y se quita sus lentes.

- ¿Entonces que tengo?

- Tiene anemia, esta en un estado de desnutrición muy fuerte, señorita Weber.
Si no luchamos por comer más en unos meses será puros huesos y podría sufrir un paro respiratorio o un infarto ya que su corazón está demasiado débil por lo mismo.
Se que ha pasado por momentos muy difíciles últimamente y que por eso ha estado en depresión y por lo mismo ha dejado de cuidar su alimento.

- Es que simplemente no me da hambre.

- Aveces es necesario obligarnos un poco para poder comer aunque sea difícil.
Mire... - empezó a buscar algo en unos papeles. - le recomiendo este terapeuta, el la ayudara muchísimo con su depresión. - me entregó una tarjeta. - Pero en verdad vaya con ese terapeuta y le voy a recetar unos medicamentos para que le de apetito y le ayuden con la anemia. - empezó a escribir en la receta.

- Gracias. - tome la receta.

Al salir del consultorio, Melanie me siguió por los pasillos del hospital a que le dijera que diablos tengo.
Al entrar al automóvil, ella me mira con atención en espera que le diga que sucedió allá adentro.

- ¿Entonces... serás mamá? - pregunto.

- No, es solo una pequeña infección. - miento, no quiero que me tengan más lástima de la que ya todo mundo me tiene. Creo que guardaré esta enfermedad en secreto.

- Diablos, yo ya me estaba dando ilusiones con ser tía de una pequeña Carrie o un pequeño Nikki. - Sonrió.

- No seas tonta, no quiero hijos por el momento y Nikki tampoco. Así estamos bien.

- Pero Nikki ya esta viejo.

- Solo tiene 29 años. - encendí el carro y nos marchamos de ahí.

Ahora que lo pienso jamás he salido embarazada y últimamente Nikki y yo no nos hemos cuidado con nada. Tal vez y no puedo tener hijos por como estoy.
Llegue a la tienda, deje mi bolso bajo la caja registradora y me senté detrás del mostrador.
Fue un golpe duro lo que me han dicho y la verdad hubiese preferido el embarazado que tener anemia y estar al punto de la anorexia. Nikki va a dar de gritos cuando me vuelva a ver, he adelgazado más que la última vez que lo vi.
Aquella chica deportista con musculo había desaparecido y ahora estaba en puros huesos.

My little girl... (Nikki Sixx)Where stories live. Discover now