El Rey del Inframundo - Mairimashita Iruma Kun (Yaoi 18+)

Prelurio.

Aquí la siguiente parte.

Espero que disfruten en leerlo como yo al escribirlo.

Capítulo 22.

 
Antes de salir de la escuela se encontró a Henri y Amarilis en la entrada peleando, al parecer el personal del pelirrojo le había dicho los acontecimientos y el guardián del inframundo salió a buscar a su señor, pero la peli rosa había logrado seguirlo y por eso estaba ahí.

 
-       Madre – Azz sintió que se le paraba el corazón, ¿qué hacía ella ahí? – no sabía que vendrías…

-       Alice – chan, es bueno verte sano – se acercó a abrazarlo, pero aun así no le hizo mucho caso como generalmente lo hacía – Iruma – chan ¿cómo estás? Me enteré que tuviste un altercado, ¿no te pasó nada? ¿tienen a los involucrados? ¿quieres que te acompañemos a casa? – el peli azul vio los nervios de su amigo y declinó la oferta haciendo que Henri sonriera, saber que rechazaba a la corona de la lujuria lo hacía sentir tan bien.

-       Iruma yo me encargaré de que llegues a salvo con tu familia – sonrió con felicidad, tomó la mano del menor y extendió sus enormes alas, haciendo que Iruma lo imitara y de esa manera todos salieran volando rumbo a la mansión Naberius.

-       Maldito… - fue lo último que dijo la hermosa mujer, tomó a su hijo y empezó a preguntarle más sobre su vida escolar, afortunadamente Azz solo hablaba de Iruma, así que ella tendría toda la información que quería.

 

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Después del incidente la guardia secreta que había puesto Henri estaba más atenta a los alrededores, Sullivan le había dicho que era un hechizo rastreador el cual fijaba al blanco para poderlo encontrar en cualquier lado, así que ahora Iruma era un punto fluorescente para sus agresores, así que se duplicó el cuidado que le tenía el guardián a su señor.

Amarilis también se había enterado y al saber que su hijo iba por Iruma a diario decidió brindarles las comodidades para viajar en un carruaje, protegido con su propia magia y de esa manera poder mantener al peli azul a salvo, claro que era una lucha de todos los días que Azz quisiera llevárselo y después una lucha para que Iruma quisiera subirse al mismo.

Rouge vio como ambas coronas estaban tan atentas al cuidado de su nieto que entendió que tal vez ellos ya se habían dado cuenta al igual que él de que Iruma era hijo de Delkira y ahora querían cuidarlo, pero toda esa protección de ellos solo hacía que su pequeño fuera más vistoso, así que mandó a hablar con ellos, ambos se presentaron en su casa y cuando oyeron que el patriarca del clan les prohibía acercarse a Iruma ambos se enojaron, tal vez Rouge era un pilar importante en el inframundo, pero no podía prohibirle nada a una corona.

 
-       Cuida tus palabras Rouge – dijo Amarilis cuando terminó de prohibirles convivir con Iruma – yo soy…

-       No me importa – zanjó el tema el anciano – el problema con todas las coronas es que olvidan quien soy yo – volteó a verlos con mucha frialdad y soberbia – mi clan se encarga de proteger a todo el infierno, nuestros colmillos acaban con los enemigos y nuestra fuerza no puede ser superada por ustedes – dijo con mucho orgullo – el gran Cerbero esta de nuestro lado y ustedes solo son juguetes para que él pueda limpiar sus dientes – las coronas tragaron grueso – mi sentencia es absoluta, dejen a mi nieto en paz o me veré en la necesidad de lastimarlos – y con esa amenaza los despidió del lugar dejándolos literalmente sentados en la banqueta de la tristeza.