El Rey del Inframundo - Mairimashita Iruma Kun (Yaoi 18+)

Opera

Buenos días!!!!

Un viernes más, me tengo que apurar porque hoy es día de fiesta y si no termino a tiempo valío queso, porque me van a poner a concinar y una vez me pongan a cocinar no voy a volver a ver la luz del día jajajajaja

Bueno quiero agradecer a todos los que leen, comentan y votan por mi historia, les agradezco mucho el apoyo que me han brindado, hoy más que nunca no saben lo mucho que me anima y me mantiene viva

En fin, espero que difruten en leerlo como yo al escribirlo

Capítulo 7.

 
Iruma fue regañado por su padre por haber causado un alboroto el primer día, le explicó que Asmodeus tenía la culpa, pero su papá le dijo que eso no importaba que le había prometido no ser un problema y el primer día ya se había peleado con un compañero mientras causaban daños a la escuela, el peli azul se disculpó y prometió que al día siguiente también lo haría con su compañero.

Kalego se sentía aliviado, de milagro el director no había mandado a llamar a Iruma, debía de mantenerlo lejos de esa oficina acomode lugar. Para nadie era un secreto que Sullivan era la mano derecha del rey demonio Delkira y no había persona que lo conociera más que él, así que Kalego sabía que en cuanto viera a Iruma sabría quien era, estaría en su radar y si la secta malvada se enteraba de que su hijo tenía todo el poder de Delkira irían detrás de él, así que no quería que el director estuviera cerca de su hijo.

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Al día siguiente como Iruma prometió se disculpó con Asmodeus y este le juró lealtad infinita, diciendo que al ser vencido en una pelea como la de ayer a él solo le quedaba obedecer sus ordenes, el peli azul resopló algo molesto, ya que él tenía suficientes demonios a su alrededor que cumplían sus ordenes no necesitaba que ahora su compañero también lo hiciera, así que le ofreció ser “amigos” cosa que Asmodeus no entendió, pero que aceptó si eso significaba ser más cercanos.

Ese día se dedicarían a invocar a un familiar Asmodeus estaba emocionado, pero para Iruma que era miembro del clan Naberius no era algo relevante, él no podía conjurar a ningún familiar, ya que si lo hacía Cerbero se encargaría de matarlo por acercarse a su amo, así que él solo vería como los demás invocaban a sus familiares y él simplemente estaría ahí presente.

-       Así que usted no convocará familiar – Asmodeus conocía al clan Naberius, pero no sabía muchas cosas por lo mismo de que eran un clan muy hermético.

-       No, si lo hiciera el espíritu guardián de Cerbero que protege a mi familia se lo comería de inmediato – sonrió con preocupación de que eso pasara, así que solo acudió a ver como su nuevo amigo invocaba a su familiar.

-       Asmodeus esa serpiente Gorgona es increíble – decía Iruma mientras acariciaba al gigantesco reptil.

-       Puede llamarme Azz – Iruma sonrió emocionado y se sonrojó al pensar que ya empezaban a hablarse con apodos.

 
Cuando terminaron de invocar familiares varios de sus compañeros tenían bestias impresionantes, alguien incluso había invocado un Kelpie bestias de agua muy poderosa, así que sonrió sintiendo algo de envidia, si bien Cerbero era mejor que todos esos familiares juntos se había perdido la emoción de poder hacer una invocación junto con sus demás compañeros.

Ese día por la tarde estaba paseando por toda la escuela, quería conocerla completa y de ser posible conocer más demonios de su edad, le emocionaba poder tener amigos, no se quejaba de Kirio ni nada, pero tener solo un amigo no era precisamente algo de lo cual sentirse orgulloso. Así que decidió caminar por todo el lugar para poder conocer a más demonios, pero era difícil para él acercarse y entablar una conversación, siempre había hablado con adultos y los adultos solo adulaban su linda apariencia, su gran poder y que debería sentirse orgulloso de pertenecer a su familia, no creía que ningún chico de la escuela le interesara realmente que él pudiera invocar a un perro gigante, tal vez sí, pero no como a los adultos. Entonces recordó las palabras de su tío Baal “los seres inferiores no te entenderán jamás”, Iruma se quedó pasmado pensando que tal vez toda esa charla sobre la superioridad de los demonios si existía, pero sacudió la cabeza negándose a creerla, él debía de esforzarse y tratar de encajar con los demás, demostrarles que también era un “demonio normal”.