El Rey del Inframundo - Mairimashita Iruma Kun (Yaoi 18+)

Decisiones.

Buenas noches:

Se que dije que ayer actualizaba, pero falleció mi abuela y me desgaste más en el velatorio que toda la semana, pero bueno ya ando aquí subiendo capítulos, este fanfic ya lo voy a terminar en estos días y de esa manera podre subir los nuevos que tengo, así que bueno solo pido paciencia.

En fin como ya es costumbre en mi espero que disfruten en leerlo como yo al escribirlo.

Capítulo 16.
 

Opera se postuló para cuidar a Iruma durante la semana que no iría a la escuela en lo que se recuperaba de la explosión de poder que había tenido en su última salida, la familia Naberius no estaba muy segura de dejarlo, pero tomando en cuenta que se vengaría de Baal no había muchos en los cuales podrían confiar y tal vez ese DS era uno de los demonios más poderosos que podían proteger al pequeño peli azul.

La convivencia de Iruma con Opera al inicio fue algo incomoda, ya que el menor no sabía como tratar al gato, si bien habían empezado a salir seguido como “familia” junto a su padre aun no sabía como tratarlo en privado, así que las charlas no fueron algo que saliera tan rápido en los primeros dos días, pero para el tercero la incomodidad quedó en otro planeta.

Opera era muy amable, tenía excelentes modales y tenía un humor negro que a pesar de que Iruma no entendía muy bien, aun así se le hacía gracioso, también se había acostumbrado al excelente sabor de su comida, el hecho de convivir tanto tiempo también lo hizo notar los diferentes estados de animo que tenía, ya que siempre estaba serio, pero para el ojo experto de Iruma solo bastó una semana para que identificara sus reacciones.

 
-       Opera – san, esto te quedó delicioso – Iruma probaba todo lo que le había preparado el gato, siempre tenía diferentes opciones para cada día y todas sabían deliciosas.

-       Muchas gracias, asegúrate de comer bien, mañana será el día que regreses a clases y lo mejor es que entres con mucha energía – Iruma suspiró, aun no sabía como vería a Amy, no recordaba lo que había pasado en su salida, pero en esa semana su familia se había portado muy a la defensiva contra su tío Baal y temía que algo malo hubiera pasado y que por ese motivo ya no lo dejaran convivir con ellos.

-       Opera – san… ¿pasó algo malo el día que salí con Amy y el tío Baal? Nadie me dice nada, pero siento que mi familia esta enojada – el gato lo vio con seriedad – no se debe ser muy listo para notar que todos tienen los colmillos de fuera – sonrió con dolor al pensar que eso solo era augurio de muerte para aquellos que pensaran en dañar al clan.

-       Bueno lo poco que se es que entraste en tu ciclo de maldad y por eso desplegaste mucho poder y en ese despliegue de poder te golpeaste la cabeza – Iruma entendió que seguramente su familia culpaba a Baal de dicha situación y hacerles entender que el ciclo de maldad era algo normal no sería fácil, pero al escuchar la explicación del gato se sentía menos inseguro de hablar con Amy, después de todo podría saludarlo normalmente sin temer que algo malo hubiera pasado en la salida.

 

Cuando Kalego llegó a casa vio a su hijo dormido, ese día había tardado mucho en terminar todas las toneladas de trabajo que había tenido, así que suspiró decepcionado de no poder hablar con él, quería aclararle que había pasado en los días anteriores, pero al parecer tendría que ser durante el desayuno.

Para sorpresa de Kalego, Opera le confirmó que él le había dicho a Iruma que no había pasado algo malo, pero le confesó que Iruma ya había notado que todos en casa tenía los colmillos de fuera, el padre quedó en shock ya que el gato había tomado muy bien el tema y había logrado que su hijo quedara satisfecho, pero se sentía desplazado al no ser él el que lo hiciera.