El Rey del Inframundo - Mairimashita Iruma Kun (Yaoi 18+)

14 años.

Buenos días!!!!

Empezamos con las actualizaciones del día, me tengo que apurar porque luego a mi jefe se le da por ponerme a trabajar de verdad y entonces tengo muchas cosas que hacer jajajajaja.

En fin quiero agradecer a todas las personas que leen, votan y comentan mi trabajo, muchas gracias personitas especiales las adoro dos millones!!!! No saben lo feliz que me hace saber que les va gustando la historia, todavía nos falta un camino largo por recorrer en la misma y aun no termino algunos One Shots que siempre he querido subir... así que bueno esperemos que dentro de poco tenga mucho material para que ustedes se entretengan.

En fin, como ya es costumbre en mi, espero que disfruten en leerlo como yo al escribirlo.

Capítulo 6.

 
Iruma era un niño muy feliz a la edad de 10 años, tenía sólo como amigo permitido a Amy, ya que para su abuelo no había mejor amigo que él. Su tío Baal le había dicho que Kirio era una mejor opción como amigo por su magia de linaje y por eso su familia insistía en que solo él fuera su amigo, pero para Iruma era incomprensible porque todos buscaban que él se juntara con personas poderosas, Amy le había dicho que cuando su familia lo desterró de su clan era precisamente porque no tenía la suficiente cantidad de energía mágica para poder ser parte de ellos.

Sí el poder lo era todo entonces por qué Baal había adoptado a Amy… era algo que no entendía, pero cuando le preguntó a su padre porque era importante el poder le contestó que para proteger a los seres queridos, al ver a su tío Baal entendía que él no quería proteger a sus seres queridos, más bien parecía que quería formar un ejercito y de esa manera conquistar el inframundo. Esos pensamientos siempre se los guardó para él, pero nadie le quitaba de la cabeza que su tío era una persona demasiado peligrosa. Y ese pensamiento se había afirmado cuando tuvo su primer incidente fuera de la mansión.

 
-       ¿Disculpa? – Kalego tenía una vena en la frente bien marcada y su hermano sonreía con mucho cariño, pero al parecer lo que le había dicho no le había causado gracia.

-       Quiero llevar a los niños por un helado, Baal y yo los llevaremos… - Iruma saltaba de alegría pensando en ese helado y Kirio solo podía sonreír al verlo tan feliz por algo tan tonto como un helado.

-       Mi padre…

-       Nuestro padre dio el permiso – Kalego casi se atraganta con su propia saliva, su papá no dejaba salir a Iruma a menos que fuera seguido por una comitiva especial de Demonios de Seguridad que había contratado especialmente para la protección de su preciado nieto y en esa ocasión lo mandaba solo con Narnia y Baal como custodios, que si bien eran fuertes, no creía que su papá lo dejara salir con tan poca seguridad.

-       Bien… solo un helado… si tarda en llegar iré por él de inmediato – Kalego quería morirse, su hermano no quería que él fuera, ya que según era una salida para que Iruma empezara a familiarizarse con el entorno y de esa manera pudiera ir a la escuela con más confianza, cosa que Kalego no se tragó ni por un segundo, sabía que esos dos planeaban algo con su hijo y quería evitarlo.

-       Tranquilo iremos y volveremos con Iruma a salvo – Narnia sonrió y Kalego se calmó, pero Baal no le daba confianza, precisamente de ese demonio en específico quería que su hijo se alejara, pero para Iruma “el tío Baal” era muy genial.

-       Cuidaré bien de tu preciada joya Kalego, ya lo siento como un verdadero sobrino – sonrió y de solo verle la sonrisa le dio re pelos.

-       Cuento con usted – y así vio a ambos salir junto con los dos menores.