Luego de un año y dos meses después de los sucesos de Hard Love, Lukas está en su nueva etapa como universitario. Él quiere crear una nueva historia y el amor ya no es su prioridad, o eso es lo que él cree.
La universidad Foxter una de las más prest...
Ya había pasado bastante tiempo, casi se cumplía el primer mes, lo cual solo significaba una cosa. Ninguno estaba soportando verlo cada vez peor en ese sillón. Me encontraba a mi mamá en la cocina llorando a solas tratando de no molestar a los demás, eso me dolía porque ella también sufría y mucho.
Me iba a su lado, la abrazaba y la acompañaba a llorar para que no se sintiera sola, ella se terminaba yendo y me quedaba a llorar más, hasta que Jake llegaba y me consolaba para al final, terminar llevándome a mi habitación.
Intentaba mentalizarme para estar preparado cuando él partiera. No sabía qué hacer realmente. Iba y lo abrazaba hasta que me cansaba para luego ir a llorar a mi habitación. Jake y yo le preparábamos postres que aún podía comer y que a él le gustaban.
...
—Lukas, debes comer algo —me dijo Jake.
—No tengo hambre. —Sonreí.
Él no sonrió.
—No quiero que me malinterpretes, pero, casi no comes y estás más flaco y lo entiendo. Por favor, come algo.
—Está bien. —Me levanté de la silla y fui hacia él para poder abrazarlo.
Esa noche salí de mi habitación porque quería un vaso de agua. Al bajar por las escaleras me detuve porque escuché a mi mamá hablando por teléfono.
—Sí, no, él aún no... Solo queremos tener todo listo. Sí, las flores también. Con quince sillas he suficiente, gracias. —Pude escuchar su suspiro.
—Ve a dormir mamá. —Escuché la voz de Steven.
—Es que no creo que tu padre se vaya para siempre en un mes.
—Yo tampoco, pero es la realidad y debemos ser fuertes, tarde o temprano iba a pasar.
Terminé de bajar las escales y entré a la cocina donde estaban ellos. Me vieron y se voltearon a ver.
—Lukas... —dijo mi mamá.
—No es necesario. Ya lo escuché, como dijo Steven, debemos ser fuerte y que mejor si no es juntos. —Me acerqué y entre los tres nos abrazamos.
—Mis niños, vamos a estar bien. —Nos dio un beso en la mejilla a ambos.
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Holaa, chicos, perdón por ausentarme. Si me siguen en Instagram sabrán el porqué, no era mi intención dejarlos sin actualizar tanto tiempo. No tengo mucho que decir en este corto capítulo, así que nos vemos en el siguiente que también acabo de publicar. Nos vemos ahí.
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