Easy Love

43. I see Daylight (Final Pt. 2)

—Max no es quien tú crees, y nosotros tampoco. No hacemos daño a nadie, nuestro trabajo es ir por delincuentes y ganar dinero, a veces ayudamos a la policía, pero la mayoría de las veces no nos dejan, así que hacemos las cosas por nosotros y quien quiera puede contratarnos, The Dark Club. Ahora dicho esto, ¿le dices tú o le digo yo?

Max escondía su cara.

—¿Qué ganas humillándome enfrente de él? Ya te pagaron tu miserable dinero, no me digas que también te pagan por humillarme.

—Déjense de estupideces y díganme ya, ¿a esto te referías cuando dijiste alguien como yo?

Él solo asintió.

—Max vende drogas, en la universidad y la consume también. No me importa que la uses, pero que sí la vendas a gente que me rodea. No le hubiera pasado nada a Jake si tú... —dijo haciendo énfasis en la palabra tú—. No le hubieras vendido a ese maldito cerdo de mierda que intento violarlo.

—¿Qué? —No podía creer lo que estaba pasando. Era imposible, era una situación poca probable de una en un millón.

—¡Yo no sabía que ese idiota haría eso! Deja de culparme por algo que no hice. Yo solo hacía... ¿Sabes qué? Eso a ti no te importa. Lukas sé que tú me entiendes.

No sabía que pensar, tenía razón en algo, él no tenía la culpa, pero de cierta forma era el causante. No quería ver ni escuchar a ninguno de los dos. Cuando llegamos a la orilla me bajé cuanto antes y me fui a mi habitación.

Deseé con todo mi ser que Jake se encontrará ahí para que me diera un abrazo. Y sí, ahí estaba. Se asustó al verme con la ropa mojada.

—¿Qué pasó? —preguntó con preocupación.

—Los chicos de las máscaras... Son... buenos, o eso creo.

—¿Qué? ¿Lukas, de qué estás hablando?

Se levantó, me guio a la cama para que me sentara y pudiéramos hablar de forma tranquila. Tomó mis manos y las comenzó a frotar para tratar de calmarme.

—Tómate tu tiempo, respira y cuando pueda, habla, no te preocupes que yo aquí estaré.

Inhalé y suspiré varias veces hasta que me sintiera más estable. Y luego fui yo quien apretó sus manos.

—Max me llevó a dar un paseo en moto acuática, todo iba bien hasta que el motor se detuvo, Max se lanzó al agua y de la nada los chicos de las máscaras, o mejor dicho The Dark Club, apareció.

—¿The Dark Club? —Su cara era de confusión total.

—Sí. Y pum, se lanzaron al agua por Max, yo intenté ayudarlo, pero también me atraparon y nos subieron a una lancha. The Dark Club son un grupo que hace misiones que otros les piden por cualquier razón, es decir, yo tengo un problema y ellos te lo resuelven por ayudar a los demás.

—¿Y por qué fueron por Max?

—Al parecer... Alguien lo denunció con ellos porque... Vende drogas en la universidad y ellos se dieron cuenta porque alguien les notificó. Max le vendió drogas al chico que te... Es que no puedo ni decirlo. —Quería llorar.

Él me abrazó, fue un abrazo cálido y de amor como los que siempre solía darme.

—Rayitos, eso ya pasó. —Tomó mi rostro y me sonrió—. Ya lo denunciamos, la policía se encargará de lo demás. —Me besó la frente.