Easy Love

20. Midnight Rain

Michael

Cause he was sunshine
I was midnight rain
He wanted it comfortable
I wanted that pain
He wanted a bride
I was making my own name
Chasing that fame
He stayed the same
All of me changed
Like midnight

Para las personas como yo, que al final de todo pudieron encontrarse.

Claramente, quise más, pero él y yo sabíamos que no era lo correcto. Tampoco fue correcto lo de nosotros y no porque me arrepienta de lo que hicimos, no, pero yo no estaba en un buen momento. Estuvo mal de mi parte seguir adelante con eso, aunque si soy sincero, también fueron de los mejores momentos que había experimentado.

Lukas había sido mi primera pareja, aunque él nunca me hubiera creído. Cuando nos dimos nuestro último beso, loré y mucho, iba en el taxi y seguía llorando, incluso el hombre que iba manejando me preguntó si estaba bien.

Apenas me subí a ese auto y ya lo extrañaba. Quería abrazarlo, besarlo, decirle que lo amaba, que solo quería estar con él para siempre, que me veía con él y con nadie más en el futuro, que él era todo para mí, que quería compartir todos los momentos con él. Sabía que eso no pasaría.

No quería hacerlo sufrir, no más de lo que ya lo había hecho. Él merecía a otra persona, no era bueno para él esperarme, no tenía por qué lidiar con mis cargas, tenía que ser feliz, sin mí. Lo amaba, me enseñó muchas cosas y una de ellas fue aprender a amar.

No podía estar solo en un pueblo donde no tenía a nadie más que a Lukas, mi familia estaba en otro país enterrando el cuerpo de mi tía y yo estaba en otro lugar más lejos. Debía despedirme de la forma que ella se merecía, debía decirle adiós. No tenía por qué ocultarme como un cobarde. Porque sí, no quería hacerlo, era imposible pensar que ella ya no estaba, se había ido.

Esa era una parte muy difícil de la historia, algo que me guardaba yo solo, sí, Matilda estuvo ahí, pero tampoco le decía mucho, no quería cargarla con mis problemas. Es que era difícil para mí creer que ella se había ido para siempre, no lo quería aceptar, fue traumático, demasiado.

Cuando me dieron la noticia no supe qué hacer, estaba acostado en mi cama, era de madrugada cuando mi celular sonó. Era una llamada de mi padre.

—Hola papá, ¿por qué tan temprano?

—Michael, debes ver lo que te envié y necesito que te sientes antes de verlo.

Se me hizo muy raro, pero seguí sus órdenes. Abrí el enlace de una página web, era un portal de noticias. Vi el título y quedé asombrado, aunque aún no me lo imaginaba. El título decía: Mujer de 40 años es encontrada muerta en un taxi tras accidente en la pista 434.

Bajé y me detuve cuando leí su nombre. Aura Davies, al verlo sentí un escalofrío horrible por todo mi cuerpo. Quedé en shock, no lo podía creer, era imposible. Mi respiración fue aumentando en cuanto a velocidad. Era imposible para mí, porque una tarde anterior había estado ahí conmigo, se subió a ese taxi porque iba de regreso al país donde vivía.

—No, esto no puede estar pasando —dije a mí mismo, pero sin salirme de control, de forma normal—. Tiene que ser mentira. Dios, no, no, mi tía no, ella no.

—Michael te dije que te sentaras, yo tampoco lo puedo creer, hijo. —Noté que mi padre había estado llorando, por el sonido de su voz y por el de su nariz.

—Papá, no. Mi tía Aura no, ella no. ¿Por qué?

No lloré, no en ese momento. Supongo que mi cabeza no terminaba de aceptar lo que estaba pasando. Puse mi celular en la mesa de noche y coloqué mis manos en mi cabeza, suspiré y me acerqué a la ventana, vi el cielo.