Easy Love

22. You're Losing Me

—Un gusto volver a verte, Lukas. —Mi papá sonreía feliz, se acercó a mí para darme un abrazo pero no lo hice hasta que le indiqué que sí podía hacerlo.

—Igualmente, papá. Perdón por pedirte que vinieras a esta hora, lo que pasa es que... —Me detuve porque recordé que él y mi orientación sexual no era algo que fuera bien, no como lo recordaba.

—¿Qué pasa hijo? Sé que no he sido el mejor padre, pero si tú me lo permites intentare ser lo que no fui. —Sonrió de forma amable.

Sonreí.

—¿Tienes problemas con tu novio?

Mi cara fue de sorpresa, porque nunca hubiera imaginado que mi padre dijera novio refiriéndose a mí con tanta facilidad. Si no estaba fingiendo, de verdad que había cambiado.

—¿No-novio? Yo no tengo novio, ¿por qué lo dices? —hablé de forma rápida.

—Steven me habló de que tú y...

—Maldito Steven.

Me vio por el retrovisor y no pensé en que pasaría por su cabeza cuando escuchara lo que acababa de decir.

—No me malinterpretes, eso que...

—Lo sé, no te preocupes entiendo que no me tengas confianza y no pasa nada. —Encendió el coche y volvió a sonreír—. Compré un apartamento muy lindo sé que te va a encantar.

—Eso espero. —Sonreí.

—No quiero ser metido, pero me importas y no sé si te gustaría hablar de algo que te moleste, te conozco y sé que aceptaste venir justo ahora porque algo pasó. —Era mi papá claro que me conocía.

—Bueno. —Me detuve un momento—. ¿Estás seguro de que yo te hable sobre cosas...?

Él se rio de mí.

—Estuve en un grupo de padres con hijos que son parte de la comunidad lgbt y la verdad es que aprendí mucho ahí, así que, sí, estoy listo para escucharte.

—¿De verdad? Eso no me lo esperaba para nada. Está bien.

—Te escucho. —Me vio por el retrovisor.

—Estoy enamorado... de un chico. —Se sintió liberador decirle a él—. Y últimamente no hemos estado bien, lo conozco desde que nos mudamos, cuando éramos los cuatro ya sabes mamá, Steven, tú y yo. Y desde que lo conocí quedé muy enamorado, pero en ese tiempo no se pudo. Ahora lo volví a encontrar acá y también somos compañeros de cuarto.

—¿Y dónde está el problema? —me interrumpió.

—Déjame terminar. Hoy el salió a una fiesta y llegó con un chico y tú dirás, no son nada, pero él ya me había besado días antes y parecía que por fin se iba a dar lo de nosotros, y no fue así y me dolió, mucho.

—Todo es demasiado enredado, no conozco a este chico del que me hablas así que no puedo juzgar muy bien y no es que no te crea, claro que te creo, pero, ¿ya hablaron? Digo te apoyo y si todo es como lo dijiste, tendrás que dar vuelta a la página.

—Pues si te soy sincero, ya no sé qué pensar. Él es un buen chico, solo que no sé qué le pasa últimamente. Intenté ser su consuelo, la persona que le ayudara y solo me hizo a un lado cuando me había dicho que era lo único que tenía y que como yo no había ninguno porque es el único que se preocupaba por él.

—No te quiero meter ideas a la cabeza, aunque si todo es así, no sé si sea una buena idea seguir. Porque si tú estás dando todo de ti y la otra persona no, ¿vale la pena? Yo digo que no. Tampoco te voy a decir que hacer, eso tú lo vas a decidir porque yo no soy alguien para venir y decírtelo.