- Intente dormir temprano pero no puedo. - se sentó al lado de mi con sus piernas cruzadas y poniendo un cojín en medio de ellas.

- Deberías de tomar alguna pastilla para dormir. - sugerí pero ella solo suspiro y recargo su cabeza en el respaldo del enorme sofá.

- Creo que debería de despejar mi mente de todo esto.

La mire y vi que su mirada estaba fija en el enorme televisor.

- Opino lo mismo.
Sabes que por el momento no puedo estar lejos de aquí, tengo que tomar aquella rehabilitación y durare un par de meses allá adentro.
¿Podrás estar sola durante todo este tiempo?

- Claro que puedo, soy bastante fuerte a pesar de todo. - me miro.

- No me gustaría dejarte sola.

- Tienes que estar bien, Nikki. - acaricio mi brazo. - Quiero que estés bien.

- Ven, acércate y quédate un rato conmigo. - hizo lo que le pedí, se acurrucó al lado de mi y la abrace. Subió sus delgadas piernas arriba de mi y recargo su cabeza en mi pecho.

- Te extrañe todo el tiempo que estés allá adentro. - acaricio un mechón de mi cabello.

Estaré meses sin saber nada del mundo exterior, me quedare encerrado en aquella clínica con los chicos o al menos con Vince y Tommy, ya que Mick no habría aceptado y había dicho después que el podía dejarlo porque el así lo quería y que no necesitaba nada de esas estupideces para dejar el alcohol.
Meses alejado de Carrie, otra vez.
No podíamos estar juntos porque siempre la vida se empeña a separarnos. Tal vez esta vez si podramos estar juntos después de salir de rehabilitación. Volveré ha estar sobrio y ella estará esperando por mi allá afuera con sus brazos abiertos.

Al fin tendría a donde ir después de salir de algún lado, al fin tenia una linda novia que esperaría por mi en casa con los brazos abiertos y dispuesta a amarme.

Carrie se quedó dormida con su cabeza sobre mis piernas, cubrí su cuerpo con mi chaqueta y mientras miraba la porquería que pasan por la tv, acaricio su hermoso cabello.
La acosté en la cama, cubrí su delgado cuerpo con la sabana blanca y me quede un rato admirando su belleza.
Espero que sea lo bastante fuerte para poder salir sola de todo este tormento, yo estando en aquella clínica es como si la hubiese abandonado en su peor momento pero estábamos exactamente iguales.

CARRIE.
Hoy al despertarme vi a Nikki a mi lado, esta despierto y al momento que se percata que me he despertado me mira serio. Siempre con aquella mirada de chico malo y a la vez tiene una mirada de que jamás a rato ningún plato. Sonreí como tonta enamorada.

- Pensé que estarías en la clínica.

- Mañana me voy. - dijo sin importancia. - Deberiamos de pasar todo el día juntos ya que los próximos meses vamos a dejar de vernos.

- Puedo ir a visitarte a la clínica.

- Si tienes razón pero creo que es mejor que no lo hagas.

- ¿Por qué? - le preguntó confundida.

- Debes de alejarte un momento de todo esto relacionado con las drogas, prefiero que hagas algo que realmente te gusta y que el día que salga de allá tu estés esperándome.

- Una idea algo tonta, ¿No crees?
Yo quiero estar contigo y apoyarte en todo esto. Algo que no pude hacer con mi padre y...

- No soy tu padre, soy Nikki y estaré bien allá adentro. Quiero que tu estés bien acá afuera.
¿Prométeme que estarás bien aquí?

- Lo prometo. - dije resignada.

Me tomo de ambas mejillas y planto un beso en mis labios.
Fue recostandome poco a poco en aquella enorme cama, sus manos empezaron a viajar por cada parte de mi cuerpo y sus besos subieron de nivel. Nuestras lenguas se encontraron en una apasionante batalla y nuestras respiraciones se comenzaron a mezclar.
Se posiciono entre mis piernas, se hincó y quito su playera, quedando con el torso desnudo.
Desesperado rompió aquella blusa de satin por la mitad, mis pechos salieron disparados ante su mirada lujuriosa y llena de deseo. Mordió, besos, lamio, acaricio y demás cosas hizo con mis senos expuestos.

My little girl... (Nikki Sixx)Where stories live. Discover now