Capítulo 37: Reencuentro peculiar

319 21 1
                                    

El viaje había sido extenso, y para la salud de su impronta está había podido sin dilema alguno evitar el uso de su don humanidad; gracias a la intervención previa de Alonso hacia su salud, aunque no debía cantar victoria muy precipitadamente ya que nunca podría estar segura por cuanto tiempo haría efecto la medicina.

Como toda medicina, tenía solo un breve lapso de tiempo de efectividad, por lo que actualmente se encontraba tomando una aspirina especial cada siete horas.

—Se siente diferente este viaje.

Leah la mira de reojo al estar conduciendo, habían quedado en que ella lo haría hasta que se sintiera cansada y luego sería relevada por Eir.

—¿Cómo de diferente? —pregunta curiosa ante la sonrisa plena de la pelirroja que se encontraba bastante curvada en cuello, aún cuando el auto fuera casi hecho a su medida.

—La sensación es distinta, en mi corazón muerto siento una alegría emerger y hacer que la oxitocina se libere más natural, es una felicidad plena que antes no había disfrutado. Siempre he viajado sola a todas partes, nunca me molestó ser solitaria o reservada. El tiempo y estaciones pasan mas rápido de lo que te puedas imaginar cuando eres nómada vampiro, todo pasa y se transforma frente a tus ojos sin siquiera intervenir. —expresa con nostalgia ante esos viajes previos a este, anteriores a la posibilidad de tener compañía eterna y por sobre todo una esperanza en su vida inmortal— Gracias por aceptar venir conmigo a todos lados.

—Bueno, no es como que pudiera separarme de ti, ¿Sabes?—bromea un poco mientras la mira por el retrovisor, la carretera era silenciosa y sin dilema, aún faltaba kilometros para llegar a la siguiente estación de gasolina— Aunque, siendo sincera este viaje es el primero de muchos que he ansiado tener, pero nunca pude verlo ya que de economía era lo que menos tenía para costear toda la gasolina que se va.

—Entonces saliste muy bien premiada, todo estos años de existencia he estado ahorrando y trabajando arduamente como para que el dinero fuera lo que menos me faltara. Como enfermera capaz no es tan remunerado la paga, pero con las miles de jubilaciones siempre dan un poco más de crédito —admite aliviada de cumplirle su sueño aunque sea por parte de su economía de bolsillo— Aunque, sé perfectamente que trabajarás aparte donde nos establezcamos, no eres una mujer dependiente de los demás.

—Me conoces muy bien.

—Tu carácter está muy bien definido como para considerar que te conozco desde hace varias décadas, sabiendo que ni siquiera un siglo  de un

nque sepa leerte a veces, me gusta también lo impredecible que puedes ser para mi.

—Tal como lo dices, me haces sentir perfectamente imperfecta.

—Y así lo eres, así lo somos.

Leah complacida con esa simple y corta frase detiene un breve instante el auto, para tomar suavemente del mentón a su impronta, mirar la sorpresa en sus ojos y la plena felicidad en casa facción, seguidamente deposita un suave beso de dulzura y amor.

—Te amo, Eir Young y espero que todos los viajes que tengamos de ahora en adelante sean tan maravillosos como este primero de muchos. —expresó radiante con una sonrisa al separarse para respirar un poco de oxígeno.

La pelirrojo de ojos grisáceos la mira tan perdidamente enamorada correspondiendo esa sonrisa.

—Prometo que así será, lucharé por que lo sean, ni lo dudes por un instante.

Sentenció y tras ello ambas rieron encantadas por el amor que las emborracha sin necesidad de ingerir alcohol directo a su sistema nervioso. Leah volvió a conducir por alrededor de tres horas hasta hacer la parada donde su querida compañera de vida le releva el turno de conductor, para que pudiera dormir unas horas.

La EX-NOVIA De Edward Cullen Där berättelser lever. Upptäck nu