Capítulo 12: Clan Denali

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1936, Canadá.

Debido a ciertos inconvenientes con el nuevo integrante, tuvieron que mudarse hacia Canadá, con los primos Denali, un Clan de vampiros que Carlisle conocía y que sin duda fueron sorprendidos con la mujer de alta estatura. Realmente no se lo esperaban, nunca se la había mencionado en la conversación con dicha anormalidad.

Eleazar al verla inmediatamente supo acerca de su don, aunque pareció algo muy común, e igual forma supo de la misma forma que esta mujer no representaría ningún interés para los Vulturi al menos por el don tan soso. Sin embargo, Edward sin poder evitarlo estaba bastante sensible con pensamientos al respecto de la pelirroja, por lo que su mirada en ese hombre no era muy grata, no tras esos hilos de pensamientos.

—¿Qué pasa Edward? Estás muy tenso, no quisieras que lo arreglemos con un masaje íntimo.—expresa la rubia Eslovenia, líder del Clan Denali, Tanya Denali con una sonrisa sugerente.

El cobrizo se tensa como una liña al sentir la caricia y cercanía repentina de Tanya, tratando de esquivarla con educación. Sin embargo, es la pelirroja quién interviene:

—Si necesita lo que usted dice, por favor no lo diga tan obscenamente. No es propio de una cabeza de líder ser así, tenga compostura, además no es de su incumbencia preguntar por dicha cuestión. Él no se lo pidió.—comenta Eir con cierta molestia en su voz.

Tanya se separa con cierta extrañeza, por algún motivo esa forma de expresarse le pareció similar a cuando Eleazar protegía a su compañera. Pero esta en ningun momento lo había dicho, y Edward no había aclarado su relación de ambos ante nadie al llegar. Aquí había gato encerrado.

—¿Y quién eres tu para intervenir por él?—pregunta escuetamente Kate, al ver la intimidación directa para su hermana por parte de la mujer de casi dos metros.

La sonrisa triste de la pelirroja no se hizo esperar al igual que el brillo disminuyó ligeramente en aquellos ojos extraños que no eran ni rojos ni dorados. Por lo que con un gesto diminutivo de mover su mano como si lo espantara a su repentino cambio de humor, suspira y dice:

—La fuente de atracción actual de su querido primo de cariño, querida. Y no necesito explicar algo, ya que no te conozco ni lo necesito. —voltea su rostro hacia Carlisle— Iré a otro lado, no te preocupes por mi.

Tras ello solo se retira del lugar, con Rosalie inquieta por sentirla ofendida por culpa de Edward.

«Maldita sea, Edward. Ve tras ella, le puede pasar cualquier cosa con su estatura y sin nosotros.»expresa demandante. Mientras se mantiene firme para su compañero Emmett.

Edward se relame los labios nerviosos.

—Pff... Se ofende por nada. ¿En qué andabamos querido Edward?—comenta con picardía y desinteres Tanya, mientras acaricia el cabello cobrizo del lector de mentes.

—Por favor, no había mencionado nada ni dicho nada, porque no lo veía necesario pero, ya no estoy disponible para ningún servicio tuyo ni de nadie que no fuera esa mujer. —contesta totalmente nervioso y perdido por la pelirroja. Ya no volvía a escuchar la armonía de sus pensamientos tranquilos, que hace poco pudo acceder, se había vuelto a cerrar la concha de mandora.—Carlisle, la convenceré de volver.

Y trás ello, se perdió entre la blanca nieve de Canadá. Buscando a quién lo tenía loco, necesitado de sus atenciones, y de su presencia. Capaz solo hacía falta este tipo de actitudes incomodas, para darse cuenta de que la presencia de Eir en su vida no solo le traía ansiedad de no saber acercarse a ella, sino que sin ella se ponía demasiado agresivo y poco sociable a otras mujeres.

Mientras que Carlisle, sonríe con felicidad al ver como por fin, su hijo mayor va aceptando la unión con su compañera. Tan solo esperaba que su compañera de trabajo, no lo mandara de vuelta por enojo y sin ella, Eir Young tenía un muy mal carácter y todos en el Clan Cullen lo sabían muy bien, menos Emmett que recién se acoplaba a la familia.

—¿Quién es ella Carlisle?—pregunta Eleazar incómodo por el ambiente de molestia que se creó.

—Es una vieja amiga mía. También trabaja como médico auxiliar en hospitales junto a mi, es enfermera. Su nombre es Eir Young, es una mujer de carácter fuerte y muy humanitaria. —contesta asequible.

—¿Es cierto lo que dijo con referencia a tu hijo mayor?—pregunta curiosa por el chisme, Kate.

—Hace bastante tiempo que están en una química conflictiva. Mi hijo no parecía ceder a su encanto, pero ahora creo que Tanya le ha dado el impulso suficiente para aclarar sus dudas, o eso es lo que espero. —bromea un poco Carlisle, aunque en el fuero interno esperaba que su hijo volviera con buenas noticias.

—Entonces tu hijo ya está apartado y ha tenido la caradurez de hacer como si nada. Pobre mujer, ahora entiendo su mosqueo y molestia, al igual que esa triste mirada. —contesta con cierta compasión Tanya.— Pero le será difícil este camino, si Edward me ha estado rechazando desde tiempos inmemoriales, no me imagino lo difícil que la tendrá con su compañera.

—Si es que acepta que es su compañera. El cree que solo es atracción.—contesta agotado con aquella cruda realidad.

—No creo que por simple atracción la mire así necesitado de atención. Yo que sé del tema de atracción y seducción, eso que hay que entre ellos es el lazo de compañeros reclamando posesión. —contesta Kate divertida ante la situación.

—Esperemos que pronto cobre su parte ese lazo. La pobre Eir, está haciendo sus mejores intentos, hasta se puso un buen encaje para despertar la pasión pero parece que mi hermano es mas sonso de lo que parece.—contesta Rosalie.

—¿Porqué lo dices, Rose?—pregunta Carmen ahora mucho mas curiosa. La compañera de Eleazar.

—Por que sé que nos escuchó acerca de una cita, que pronto tendría Eir, pero tal parece que no se dio cuenta que era el mensaje para él y no otro. Se puso celoso, se enojó y solo la tiene en campo frío a su compañera. No sé como soy tan ingenuos aquel par.—gruñe impaciente Rosalie, cruzando sus brazos con molestia.

—Ya veo. Entonces esto va a tardar, o espero que haya ayudado algo al no saber de esto, de antemano.—contesta Tanya, ella apoyaba mucho a quiénes podían encontrar a su compañero. Ella esperaba algún día, encontrarlo/a.

La EX-NOVIA De Edward Cullen Donde viven las historias. Descúbrelo ahora