Prólogo.

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︿︿︿︿Insólito︿︿︿︿︿
·   ·   ·   ·La normalidad estuvo siempre sobrevalorada, siendo sinónimo de imperfección siempre fue juzgada por la mera malinterpretación. Y antónimo de perfección, de la misma belleza estándar. ·   ·     ·  {✿}

            El estándar de altura común osciló siempre entre los más alto 188cm hasta los más bajos de 145cm, indiferentemente de la especificación de géneros, sea hombre o mujer, había y siempre hubo un rango de normalidad, pero hubo dos periodos únicos e insólitos en el que, Edward Anthony Masen Cullen descubrió que aquella era la imperfección mas engañosa de todos los tiempos. La altura podía lograr cautivar, espantar, cegar, hasta provocar un absurdo romance como lo sintió en su corta existencia inmortal de vampiro.

Eir Young, era el signo expresamente físico, antinatural, absurdo, anómalo, antinatural, inusual, raro, inaudito, hasta insólito de creer que podía existir hasta en su próxima larga existencia. Esa mujer apareció en su vida durante el período en el que contrajo la fiebre española en 1918, fue su enfermera de cuidado en compañía de Carlisle, y ella también fue su ángel de la muerte.

En 1933, fue la segunda vez que coincidió con aquel ángel de la muerte, como la había apodado tras fallecer en Chicago, y dejar su vida atrás. En pleno momento de conversión de su hermana Rosalie, la volvió a ver y fue ésta quien los acompañó durante un tiempo tras sentirse envuelto en los brazos de un absurdo fetiche, insólito momento de su vida inmortal, y ese era su primer romance, su primer amor. Eir Young había logrado embaucar a su muerto corazón, con su aspecto de pelirroja, pálida de ojos rojos y de estatura descomunal de casi dos metros, con esa hermosa altura que daba miedo, protección y pureza cuando se la miraba, algo extraño proviniendo de una mujer que había resultado ser vampira desde su anterior vida, como humano.

Cuando la conoció, sabía del rumor que su edad oscilaba por los 28 años, sin embargo, en cuanto le preguntó por su edad ella se hizo la vista gorda, decantó por aceptar la malinterpretación y ofenderse porque un joven como él, le preguntara su edad a una dama como ella. Por lo que, ni el ni Carlisle creyeron necesario saber por el momento la edad real de la mujer que los había acompañado en momentos insólitos de su vida.

Su relación fue plenamente dulce, aunque antinatural, la altura de la mujer lo hacía sentir pequeño, inseguro, debía siempre levantar la cabeza en lo alto para observarla, y ella siempre debía arrodillarse para besarlo, se sentía absurdamente y ridiculamente pequeño ante aquella mujer, indistintamente sin saber su edad, pero en cierto sentido se sentía muy amado y pleno con cada caricia que la mujer pelirroja otorgaba, su piel cálida y humana, lo atraía, lo enloquecía. Ellos eran pasión, pasión no consumida, porque al ser alta, la única opción era ser ella la que pudiera mandar y sus necesidades eran muy pasionales, ella lo hacia sentir sumiso, pequeño e inseguro no propio de un hombre como él. Por lo que nunca llegaron a mas de jugueteos carnales, y como nunca pudieron copular la tensión sexual y discusiones llegaron sin reparo alguno, en 1940 la relación tan hermosa y admirada por su hermana Rosalie, había culminado de la manera mas incomoda posible.

Rosalie se había encariñado con ella, Eir era amada como una igual por la rubia, era apreciada y atesorada como una hermana mayor y mejor amiga, tanto que cuando esa mujer pelirroja pasó a ser su ex novia... Rosalie nunca se lo perdonó, según lo que había dicho ese mismo año, en reproche a la desaparición de la insolita mujer fue:

“¿Sabes? Por mucho que te odie por la marcha de Eir, y por mucho que me duela su ausencia... He de admitir una cosa, que nunca te va abandonar en esta larga existencia Edward, y eso es qué: Fue la mejor decisión de amor propio, empoderada y valiosa, el saber irse de tu lado para ya nunca verte. Porque hombre que no aprecia a una mujer, siempre será un imperfecto hombre roto en esta u otra vida. De una mujer se nace, por ella una segunda vida llegó a ti, y ahora tu poca alma huyó de ti por no saberla apreciar. Olvídate de creer en la perfección si ni siquiera has logrado cuidar la poca alma que quedaba en ti. Sé que ella te miraba como un igual a ella, fuiste tú siempre el acomplejado por la perfección que se suponía que debemos ser, pero ni yo al ser la más bella soy la más perfecta.”

Tras esas palabras mas profundas y lacerantes en su ruptura reciente, esas siempre lo acompañaron hasta el momento en que su otra hermana, Alice, una vampira vidente del futuro, le había expresado la llegada de su futuro romance que podría acabar con su deprimente historial, la llegada de Isabella Swan, una joven humana que a simples vistas podía ser una tuacantante, pero también había aprendido a ser su perdición, tenía un instinto insano de querer tenerla, cuidarla y ansiar su sangre como nunca antes hubiera podido querer.

Ella sería su destrucción, y quién lo vio venir no fue la vidente, sino que la pareja de la pequeña Alice, Jasper Withlock fue quien vio la falta de sentimiento propios del verdadero amor que percibía con su mujer, con su compañera. Jasper supo prever algo que Alice se negaba a ver, y solo Rosalie fue quién lo apoyo.

Rosalie y Jasper, hermanos suyos, fueron quién lo hicieron el hombre mas arrepentido en esta inmortalidad, porque ambos trajeron a su presente a su ex novia, para que enfrentara a la novia actual, sin embargo... Ambos supieron desde el inicio, que Eir había vuelto para salvar la existencia de su familia pero nunca más sería por él, su indiferencia y la mirada por encima suyo, lo había hecho sentir aun mas pequeño y mugriento de lo que alguna vez pudo haberse sentido antes. Más aun, cuando otro hecho insolito ocurrió al año de conocer a Bella, a mitad del año 2005, cuando un lobo se imprimió de su alma perdida, de su angel de la muerte y de su ex-novia.

Y por si fuera poco ese karma, una mujer era la pieza faltante del alma de Eir Young, una prima lejana familiar, nada mas y menos que la otra nativa del enemigo, Leah Clearwater, quién pondría a pelear varias veces a Rosalie por la atención de quién él creía que una vez terminada la relación, nunca más la volvía a ver.

Que equivocado estaba.

La EX-NOVIA De Edward Cullen Donde viven las historias. Descúbrelo ahora