Capítulo 7: El miedo paraliza

25 5 0
                                    

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

  En la vida siempre está radicado el peligro. Aunque no lo podemos ver con los ojos. Los jóvenes le tienen menos miedo a la muerte, porque saben que tienen una vida por delante. Pero eso nunca es seguro. En cambio, las personas que son avanzadas con la edad, le tienen más miedo y se van preparando psicológicamente para ese momento. En mi trabajo, hay más probabilidades de perder la vida. Sobre todo si te llegan amenazas y hay alguien que está en contra tuyo, que está dispuesto a hacer cualquier cosa. Como el asesino de mi madre, que ahora está viniendo por mi. Me quiere ver muerta. Aunque todavía no he entendido porque no me mata. Lo hubiera podido hacer tranquilamente sin veneno y con un tiro en la cabeza. Pero él decidió dejarme sufrir, y decirme cosas feas de mi madre para darse el gusto de maltratarla, como lo hizo en vida.

   Marcos y yo estamos sentados en la oficina del comisario, frente a dos personas que están limpiando la escrita negra. Le tomamos una foto, y luego decidimos borrarla de la ventana para que no quede ningún rastro de esa amenaza.

—Estamos delante de una persona muy oscura e inteligente. Era hace tiempo que no veíamos algo así —dice el comisario, mirando a las personas que terminan de limpiar la escrita.

—Sí, es verdad. Yo trabajo aquí desde hace cinco años, y nunca vi algo así —dice Marcos y me mira como si yo tuviese la culpa.

—Me siento la culpable. Yo traje este caso aquí, y es a mí que me quiere perseguir este criminal. No sé lo que quiere de mi familia. Antes empezó con mi madre, y ahora viene por mi —Les digo preocupada. Los de limpieza se van, y nos quedamos yo, Marcos y el comisario a solas.

—María, aquí nadie de nosotros tiene la culpa. Esta persona es evidente que se quiere vengar. Tiene algo con tu familia que tenemos que averiguar que es.

—Yo empezaría buscando a todas las personas que conocía tu mamá, empezando por tu padre —dice Marcos, muy seguro.

—Yo no tengo padre —los miro a los dos.

—Chicos cálmense. Marcos, tienes razón, pero antes es mejor que empecemos a hacer el informe de lo que pasó esa noche, para ver si encontramos alguna pista. Luego, empezaremos a buscar lo relacionado con tu familia, María. Tienes que decir todo lo que sabes, para que podamos ir adelante con la investigación —me dice el comisario.

—Yo obviamente voy a estar a disposición para todo lo que necesitan. Es mi trabajo y mi familia, aunque ahora sólo quedo yo. Mi mamá no tenía ningún familiar. Por lo que yo sé, sólo se veía con unas amigas hace años. Pero ya era hace mucho tiempo que no tenía una relación con ellas. De casa iba al trabajo y del trabajo a casa, no se veía con nadie más.

—Bueno, ya es algo. Hay que buscar en donde trabajaba, encontrar a esas amigas que, aunque si pasó mucho tiempo, tienen que saber algo de su vida pasada, pero también tenemos que hablar con tu padre —me repite otra vez Marcos.

Adrenalina ✔️Where stories live. Discover now