Negó con la cabeza. —Solo dejémoslo Harry. Esto es mi culpa. Sé que esto es solo sexo para ti.

Salió de la habitación antes de que pudiera detenerla y me quedé solo, otra vez. Bajé las escaleras encontrando un enorme desastre al caminar hasta la cocina. Cuerpos inconscientes, latas de cerveza, botellas quebradas, porros quemados y ese singular hedor de marihuana junto a adolescente sudado y sexo.

Había sido una fiesta épica y lamenté haberme perdido una parte. Me pregunté como había irrumpido mi padre en ella y si la había arruinado lo suficiente como para que los chicos quisieran matarme.

—Buenos días —saludé en cuanto entré a la cocina. Niall, Liam y Zayn estaban tomando café y turnándose para tomar un bote de pastillas que supuse serían aspirinas.

— ¿Qué pasó con Annie? Salió hecha una loca de aquí —comentó Liam dándole un sorbo a la taza de café humeante entre sus manos.

—Anoche lo hicimos —dije y los chicos estallaron en aplausos y vitoreos acompañados con palmadas en la espalda y felicitaciones.

— ¿Y por qué estaba enojada? Yo estaría saltando en una pata —agregó Zayn—. Anoche estaba tan borracho que no conseguí liarme con nadie —se lamentó.

—Porque huí de ella esta mañana.

Caminé hacia la despensa para encontrar una taza y me serví un café caliente para pasar la resaca. Me dolía la cabeza y tenía un sabor putrefacto en la boca. Una mezcla de diferentes tipos de alcohol que había ingerido la noche pasada. Con los gritos, las punzadas en mi cabeza habían aumentado considerablemente y necesitaba quitar el dolor para poder concentrarme en mi siguiente movimiento con Annie y en lo que haría para salir vivo de la furia de mi padre cuando llegara a casa.

— ¿Era por eso que no querías que se despertara? —preguntó Niall y yo asentí.

—No quería verla a la cara cuando se enterara de que me había aprovechado de ella, pero parece que fue al revés.

— ¿Ella te llevó a la cama? —rió Zayn—. Esa chica es de armas tomar.

—Lo sé —suspiré y tomé una aspirina—. No se que rayos haré ahora.

—Te gusta, tu le gustas. No entiendo por qué es tan difícil.

—Ellos lo hacen difícil —concordó Niall—. Sólo hace falta ver como se miran para empezar a vomitar arco iris. Pero son tan idiotas, que prefieren ser miserables por separado que juntos.

— ¿Por qué no le pides que sea tu novia y ya? —preguntó el moreno.

—Porque lo hice una vez y ya viste lo que pasó.

—Eso puede pasar siempre, Harry —continuó Niall—. Incluso pudo ser alguno de nosotros quien lo dijera, borracho, enojado o totalmente consciente. Se que te duele, pero estás buscando excusas.

—Wow —celebró Liam—. La resaca te puso filosófico.

—O la falta de sexo —bromeó Zayn y reímos.

Pero todos esos consejos solo me recordaron a una persona. Y no estaba allí. — ¿Dónde está Louis? —inquirí preocupado. Rogué en silencio para que me respondieran que estaba tirado en algún lugar de la casa.

—No lo he visto.

—Ni yo.

—Yo lo vi, se fue muy temprano, pero estaba muy borracho como para detenerlo —dijo Liam.

—Lou peleó ayer con Betty. Estaba borracho y sensible cuando lo vi por última vez. Temo que haya hecho algo.

—No lo sabíamos —dijo Zayn—. Él no mencionó nada.

—Ya sabes como es, tuve que sacarle la verdad a tirones.

Louis tenía la errónea idea de que podía ayudar y rescatar a todo el mundo, pero que nadie podía ayudarlo a él. Le gustaba reservar sus problemas para el mismo e incluso a mí, su mejor amigo, me costaba que me dijera lo que le sucedía cuando estaba triste o cabizbajo.

—Tenemos que ir a buscarlo —declaré y todos asintieron.

Pero en ese instante el teléfono de la casa sonó y vi como Niall se tornaba más pálido de lo normal. Contestó. —Si mamá... Todo bien por aquí... ¡¿Ahora?! ... No... No se preocupen, estoy bien... Sí... Adiós, te amo —colgó el teléfono con fuerza—. Necesito toda esta mierda fuera de mi casa en una hora, mis papás vienen en camino —exclamó preocupado.

Liam y Zayn saltaron de sus asientos en instantes y comenzaron a despertar a la gente que dormía en el piso de la cocina. Niall nunca había sido castigado por una fiesta y no era el momento de romper récords.

—Tu ve a buscar a Louis —me habló Niall—, nosotros limpiaremos este desastre —asentí y corrí rápido hasta la cochera. Agradecí que mis llaves y mi celular estuvieran aún en mi bolsillo, aunque este último no tuviese nada de batería. Me monté en la motocicleta y partí hacia la casa de Louis.

—Hola, Johannah. ¿Está Louis?

—Harry, querido. Que bueno que estás aquí —me saludó con un beso en ambas mejillas—. Adelante, Louis está arriba.

—Gracias.

— ¿Puedes hablar con él? —preguntó y comenzó a llorar de la nada—. No quiere hablarme y no se que le sucede. Se que siempre estoy muy ocupada, pero últimamente siento que estamos más lejos que nunca. Ni siquiera me cuenta que tal le ha ido o si tiene algún problema. Tú pasas más tiempo con él que yo y... —sollozó—, cuida de él Harry... Por favor.

—Lo prometo —susurré—. Es una excelente madre Johannah, es una mujer fuerte, capaz y que ama a su familia por sobre todo e intenta darles siempre lo mejor. Mire esta casa, es un lugar estable donde no falta absolutamente nada y vea a sus hijos, que son las mejores personas que he conocido y gracias a usted.

—Gracias, Harry y perdón por esto —se limpió los ojos—. Soy una vieja llorona.

—No lo es. Y no se preocupe.

Subí escaleras arriba antes de que me pusiera a llorar yo también. Cuantas veces había deseado una madre como la de Louis, tierna, sacrificada y que a pesar de todo nunca dejaba solos a sus hijos. Era una madre ejemplar pero aún estaba preocupada por si lo hacía bien o no.

— ¿Lou? —llamé.

—Pasa —empujé la puerta y al ver a mi mejor amigo quedé espantado. Tenía un inmenso moretón en su pómulo derecho, que estaba sumamente hinchado. Su labio estaba cortado también. Caminé hacia él y me senté en la cama a su lado.

— ¿Qué te pasó? —pregunté.

—La cagué.

—Fuiste a ver a Beatrice —aseguré y él asintió.

—Estaba tan borracho que no sé como llegué hasta su casa. Sólo recuerdo a su padre gritándome que me fuera y yo tratando de entrar en su casa para verla. Luego me golpeó y otra vez no sé como llegué hasta aquí.

Entonces tuve una pequeña idea de lo que él sentía cada vez que me veía golpeado. Esa preocupación y esa impotencia de ver como tu mejor amigo sufría y que tu no pudieras hacer nada para remediarlo. Era una sensación que jamás quería volver a sentir.

—Lo siento.

— ¿Por qué? —preguntó con la mirada vacía.

—Por no haber estado ahí cuando me necesitase.

—Estás aquí ahora y eso es lo importante.

Agony » Harry Styles (COMPLETA)Where stories live. Discover now