♣️House♥️Of♦️Cards♠️ : Your Eyes Tell. 3* Temporada.
Jung Nara y Kim Seok Jin, una pareja que tuvo altibajos a lo largo de su vida. Una historia que quiso ser borrada por una supuesta protección que al final fue una bomba para los corazones de la pa...
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Annalise Lim Wise
Sus penetraciones son duras y profundas. Mis caderas se mueven en círculos y de arriba abajo con ayuda de Yohan. Sus manos están a punto de traspasar mi piel. Muerde mi piel impidiendo qué se desencadene su llegada. Deja caer un par de cosas al quedar sobre mí con su brusquedad. Las cortinas se abren dejando ver el amanecer.
Siento la corriente en mi vientre y las mordidas en mis pezones obligándome a soltarme recibiendo todo de él cayendo en mi pecho.
Sigo sin entender cómo es que solo lo sentí moverse para ir al baño y de la nada estábamos acabando de tener sexo mañanero con el sol saliendo de sus horizontes. Tengo la duda si alguien en otros edificios nos pueden ver. A lo mejor sí.
—No te vayas —me pide abrazándome con fuerza.
—Ya es tarde para irme al apartamento —me subo a horcajadas sobre él besando su rostro y sus labios. Él me ayuda a colocarme bien la camisa que saqué de su armario.
—Aidan despertará en treinta minutos. Durmamos un rato más o follemos hasta que venga corriendo por el pasillo.
La primera opción me pareció más sensata sabiendo que se iba a despertar antes. No me dormí, solo me quedé abrazada a él. Las cortinas se quedaron abiertas y el sol salía cada vez más rápido. Empecé a pensar en todo lo que pasó el último mes y lo realmente feliz que pude ser. En un año con Marco no sentí ni la mitad, y aún con los miedos sobre Yohan que no salen de mi cabeza, pudo hacer que me sintiera completa.
Yohan, indirectamente, logra cumplir todo lo que quiero. Me dio un hijo y es el padre que siempre quise para él, con algo de fallas, pero que no lo dejan de hacer él mismo con nuestro hijo.
Es el Yohan que yo conocí y al que me aferré, y después de muchos años, aquí está a mi lado.
La puerta de la habitación se abre. Los pasitos en puntillas me sacan una sonrisa. Se sube a la cama y se mueve arrastrándose hasta llegar.
—¡Te vi! —me grita al querer esconderme en las sábanas. Lo abrazo y lo lleno de besos despertando a su padre con la pierna para que se coloque ropa. Pero a él le vale.
—Aidan, si no quieres ver de dónde saliste, es mejor que vayas a tu habitación para que empieces a vestirte para el instituto.
—No quiero ir hoy.
—Pero lo vas a hacer —se abraza a mí buscando comprensión, pero no puedo contradecir todo lo que le ordena Yohan. Le doy la vuelta dejándolo en medio de ambos. Yohan solo nos abraza a los dos volviendo a cerrar los ojos.
—Mami —susurra—, quiero comer huevitos con jamón y sandía. ¿Podemos hacer?
—Para eso tengo una empleada a la que le pago y yo no voy a gastar mi dinero —responde Yohan—. Ustedes solo quédense aquí conmigo —Aidan se hace el loco acomodándose con las sábanas.
