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Lauren J.

El regreso a casa desde la mansión de Andy y Blaire fueron los cuarenta minutos más largos de mi vida. Me disculpé con Camila alrededor de mil veces, y mientras me sonreía, todo lo que se mantuvo diciendo fue: "Está bien". Al crecer, mi mamá y mi papá de vez en cuando hacían eso, y cada vez que ella decía: "Está bien", él dormía en el sofá o compraba flores al día siguiente. Cuando se refiere a lo que es mujeres, el "bien" es malo. Muy, muy malo. Ella no estaba bien; lo sabía. Me di cuenta por la forma en que miraba por la ventana todo el camino a casa, pero en realidad nunca se centró en nada. Estaba


evitando contacto visual conmigo, y no la culpaba ni un poco. ¿Qué demonios le había dicho Blaire antes de ir a la cocina? Y lo más importante, ¿qué demonios estuve pensando en llevarla a la casa de Blaire en el primer lugar? Esa fue la cosa más estúpida que había hecho en mucho tiempo. Había lidiado con Blaire y su malicia antes, ¿por qué pensé que Camila sería inmune? Nos detuvimos en el aparcamiento de mi garaje, y Camila recogió su bolso del suelo. Justo cuando estaba a punto de alcanzar el picaporte, cerré la puerta. Se volteó y me miró, sus cejas se juntaron, haciendo que las más lindas pequeñas arrugas aparecieran en su frente.

-¿Qué estás haciendo?

-Háblame -rogué.

Una sonrisa falsa cruzó su cara y puso su mano sobre la mía.

-No hay nada de qué hablar, ¿de acuerdo?

-Sí, lo hay. ¿Qué te dijo Blaire antes de que entrara en la cocina?

Su voz era suave mientras miraba sus manos.

-Ella básicamente me advirtió sobre ti, que me mantuviera alejada. Escucha, Lauren... Creo que tal vez venir aquí este fin de semana fue un error, como quizás debería irme esta noche. Nuestras vidas son tan diferentes.

-No digas eso. -Traté de discutir, pero no me dio la oportunidad.

-Es cierto. Mi típico sábado por la noche se compone de películas de Disney con las chicas, tal vez un helado si nos sentimos aventureras. Esta noche fue... difícil. -Suspiró, sus ojos rebotando violentamente alrededor del auto mientras divagaba-.Pero entonces me miras como lo haces, y me besas como lo haces y creo que vale la pena el riesgo... lo vales. Algunos comentarios de Blaire luego y no solo me doy


cuenta de que realmente no te conozco, sino que ahora estoy cuestionando lo que me cuestionaba...

-Espera, espera. Espera un minuto. -Sostuve mis manos delante de mí en un desesperado intento por descarrilar el choque de trenes a punto de ocurrir en su cerebro-. Primero, me estás confundiendo como el infierno. Segundo, este auto es jodidamente incómodo. ¿Qué te parece si vamos arriba, abrimos una botella de vino y tenemos una sesión de "Pregúntale a Lauren cualquier cosa"? Nada está fuera de los


límites, ¿de acuerdo?

Arqueó una ceja curiosa.

-¿Nada?

-Absolutamente nada. Para ti... soy un libro abierto.

Me miró con recelo y cogió el pomo de la puerta de nuevo. Esta vez la desbloqueé, esperando que no saliera y fuera directamente a su jeep. Incluso si lo hacía, no me opondría a acostarme en el capó para obligarla a hablar conmigo. Me esperó en la parte trasera de mi auto y utilizó mi hombro como una muleta mientras levantaba una de sus piernas sexys y se quitaba el tacón. Traté realmente de no babear en su cabello mientras lo hacía de nuevo con la otra pierna. ¿Cómo puede alguien una acción tan simple, volverla jodidamente sexy? Lo hacía con todo, lo había notado... haciendo el desayuno, leyéndoles a sus chicas, respirando. Ella se

Room For YouTahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon