Capítulo 24

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-Solo me voy a quedar contigo hasta que llegue Pravithra -aseguró mi mejor amigo sosteniendo mi silla.

-Por favor Miles -suspiré -no soy un bebé.

-Ya te he visto desmayarte cuando haces mucho esfuerzo -reclamó -ni en sueños te dejaré para que te arrolle alguien por estar poco consciente.

-No es para tanto -advertí -nunca he necesitado una niñera.

-Nunca había visto que las camillas pudieran ponerse en noventa grados con la cabeza al piso -afirmó -te inyectaron para que recuperaras el pulso.

Gruñí en voz baja. Lo único bueno de estar así es que en el supermercado me dejan usar esos carritos y se siente como en "Mario Kart".

Ojalá tener uno que diga atrás "Ciao McQueen" o "Mis piernas no soportaron el estilo Neutron".

Aunque la segunda puede malinterpretarse...

Pude ver una luz en el callejón al lado del restaurante y sabía que el de lindo cabello había llegado.

-Hasta acá llegas chaperón mío -le sonreí.

-Te golpearía si no te fueras a desangrar por eso -mencionó cansado.

-Que amable -dije sarcásticamente y me llevó la otro lado de la calle.

Pravithra llegó mirando extrañado a Miles.

-Nada de acción para él -me señaló -que es un imbécil y no haría caso aunque las consecuencias le golpearan en la cara y se lo advirtieran.

-¿Tan mal? -preguntó riendo ligeramente cuando mi amigo se fué -cualquiera diría que la silla te frenaría, pero solo te impulsó.

-¿Qué puedo decir? -levanté los hombros con dolor -los "imbéciles" no se van a detener por no poder caminar.

-Bueno, pero esta vez realmente no estarás en el peligro -afirmó empujandome al restaurante.

-No te preocupes, seré tu "chico de la silla" -hoy me sentía peculiarmente alegre y parece que él también.

-Sería un honor -hizo una reverencia antes de abrir la puerta -mi tía te quiere volver a ver. Sobretodo ahora que sabe todo.

-¿Todo? -cuestioné -¿Y por qué el cambio?

-Bueno, pensé en eso de la honestidad y tenías razón -sonrió dulcemente -ahora tienes otra fan, porque cuando le dije cómo salvaste a esas personas con lo de la mancha y lo del puma te ganaste su respeto máximo.

-Ni me menciones ese día -reí con dificultad -cuando la señora Morales me revisó supe que mi espalda estaba hecha trizas. De esa no pude salvarme.

-Bueno, mejor ahora que después -me dejó frente a la mesa -¿Qué quieres pedir?

-Me gustó lo de la otra vez, creo que lo probaré una vez más y a la siguiente cambio -pensé en voz alta -gracias.

-Yo debería agradecerte, haces mis vacaciones mucho más entretenidas -afirmó -ir a pedir la comida es lo mínimo que puedo hacer.

Me quedé sorprendido. Nadie me había dicho que hago algo entretenido.

Generalmente es al revés, se quejan de lo "aburrido que soy" por no tener interés en beber alcohol, fumar o consumir drogas.

Se siente bien que una persona con la que me gusta pasar tiempo piense así de mí.

Es bueno salir por hoy, pasado mañana va a ser el funeral y justo me asignaron un proyecto escolar para dentro de dos semanas con un compañero con el que nunca he hablado.

Mañana estaré todo en el computador investigando de la historia de la biología y como el ADN cuántico vino a revolucionar la línea de evolución establecida.

-Estaban los mismos en la cocina -llegó el chico con nuestros platos -¿No te molesta comer aquí? -no sabía a lo que se refería -si quieres a la próxima podemos ir a un lugar de comida chilena.

Con que era eso.

-A mí me da igual -afirmé -he propuesto venir aquí porque luces feliz al comer estos platillos y eso es lo que más me importa. El lugar es higiénico y la comida está bien, por lo que no hay problema de mi parte. Si quieres cambiar la próxima vez, puedo buscar algún lugar que te pueda gustar dependiendo de lo que quieras probar.

-Me gustaría probar algo de comida chilena la próxima vez -me quedó mirando mientras sonreía -solo que no como carne de vaca.

-Está bien, se pueden hacer con carne molida de cerdo, solo que no será exactamente igual -sentía caliente el pecho -un día puedo preguntarle. A la señora Morales y preparamos empanadas de pino para todos. Pero te quiero pedir otra cosa.

-Claro, ¿Qué pasó? -preguntó antes de llevarse la cuchara a la boca.

-¿Me acompañarías a construirles una casa a los Morales? -miraba mi plato nervioso -sería sorpresa. Ellos se negaron a que les diera dinero por mi estadía ahí y las inversiones que mi mamá dejó a mi nombre ya me están alcanzando, por lo que quería darles una casa autosustentable en el lugar que quieran como agradecimiento por su apoyo y cariño. No estará lista antes de que Miles y yo vayamos a la universidad y aquí vives en el campus, así que...

-Claro, yo feliz de pasar tiempo contigo -levanté la mirada notando que tenía los ojos bien abiertos y sonreía nerviosamente, seguro no se esperaba decir eso. Aunque fuera mentira no me molestaría, aceptó después de todo.

Comimos con un ambiente muy agradable y nos fuimos al callejón para abrir el portal al living de su casa.

-¡Marcos! -escuché a la tía de Pravithra gritar antes de aparecer arrodillada al lado de mi silla -¿Qué te pasó? ¿Te encuentras bien?

-No se preocupe -pedí -no fué nada grave la dejaré de usar en un par de días.

Ella me abrazó fuertemente, lo cual me hizo doler, pero no quería decirle nada.

-Gracias por cuidar de mi niño -sonrió sosteniendo mis hombros -me contó lo mucho que le has ayudado y...

-¡Tía Maya! -se quejó mi amigo.

-Creo que está confundida -la miré de fijamente -su sobrino es quien me ha cuidado todo este tiempo, yo le estoy muy agradecido.

-Bueno... -nos interrumpió Pravithra rojo como tomate -me cambio y nos vamos a la estación de policía.

Corrió hacia su cuarto.

-¿Tan temprano? -cuestionó la señora -me encantaría poder pasar más tiempo con él, compartir recetas y mostrarle álbumes de fotos.

-¡Nos vamos ahora! -gritó acomodándose los hombros y poniéndose la máscara.

Tomó la silla y nos llevó disimulada, pero también rápidamente, hacia la estación de policía.

¡Hola!

Espero que se encuentren lo mejor posible y que les haya gustado el capítulo.

Si tienen alguna duda o algo quedó poco claro, por favor, siéntanse libres de preguntar y responderé en tanto pueda.

¡Nos leemos luego!

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