Capítulo 23 E

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Estaba esperando en el sillón de la habitación de M.J a que él llegara de la kinesiología.

Había salido hace dos días de vacaciones de invierno, por lo que he podido estar con él toda la semana y hoy debería salir.

En las tardes llegaban Miles, Ganke y los señores Morales, pero toda la mañana podía estar a solas con él.

-Bien, llegamos -se abrió la puerta dejando ver al enfermero Michael con la silla de ruedas -no te fuerces mucho, que tú kinesióloga ya encuentra que te excedes mucho.

-No es para tanto -afirmó mientras me saludaba con una sonrisa que cada día me parecía más encantadora.

Me acerqué a ayudar a subirlo a la camilla y el encargado de él por otras cinco horas se fué.

-Con que te estás excediendo -le mire "molesto".

-Solo digo que si yo puedo más, quiero hacer más y caminar más rápido -se quejó -¿Qué tal todo?

-Muy bien, aún no aparece el cazador -comenté -hoy por fin puedes salir del hospital.

-Ni me lo menciones -suspiró -si sigo oliendo los fuertes productos de limpieza otro día voy a enloquecer.

Su risa me hacía feliz. Es algo que no tengo idea cómo explicar, solo se me contagia la felicidad cuando lo veo o escucho.

Dicen que hay personas con risas contagiosas. ¿Será eso?

-¿Quieres ir a la comida india de la otra vez pasado mañana? -preguntó expectante.

Me encantaría tener la oportunidad de hablar más y poder escuchar más de las cosas que ha hecho. Realmente hace parecer que todo depende de cómo te lo tomas.

Como con mi tío.

-Claro -sonreí -¿Miles pudo encontrar a Misterio? -cuestioné tratando de evitar la vergüenza por sumergirme en mis pensamientos.

-No, parece que cada uno con el que pelea es una ilusión y eso le tiene frustrado -mencionó -Ganke ayer en la tarde me trajo apuntes de las clases que me perdí -me mostró el cuaderno que estaba en un cajón -¿Me ayudarías a ver qué temas pasaron?

-Claro -me arrepentí al instante.

El cuaderno parecía haber pasado por las patas de un pollo. No entendía nada.

-Rayos, me dió el suyo -suspiró -ojalá supiera mandarín. No importa, en la tarde le explicaré el error si aún no se da cuenta.

Con que eso es chino...

-¿En la tarde? -cuestioné -¿No tienes que instalarte de vuelta?

-¿Qué me debería instalar? -parecía confundido -toda la ropa la he usado, por lo que va al lavado y solo debo sacar mi cargador, cepillo de dientes y desodorante del bolso.

-Tienes razón -admití mirando levemente el piso -¿Por qué te excedes en kinesiología?

Ya habíamos hablado de eso hace dos segundos.

Era una pregunta muy tonta para cambiar el tema, incluso él me miró extrañado.

-Entre antes pueda ir pasando por cada proceso, antes podré volver a caminar -mencionó inseguro -¿Te sientes bien? ¿Pasó algo? ¿Dije algo malo? Porque si es así me disculpo, no era mi intención.

-No te preocupes -afirmé rojo.

No podía decirle que mi mente no estaba aquí del todo, pero tampoco sabía en dónde.

-Pravithra -me miró fijamente -no tengo casi experiencia en relaciones de cualquier tipo -conecté nuestras miradas, y su seguridad me hizo ponerme más nervioso, casi como si me estuvieran  interrogando -pero sé que todas llegan a ser más duraderas y genuinas si le dices a la otra persona la verdad. Eso incluye  qué actitud suya que te molesta. Te prometo no enojarme y tratar de trabajar en eso si puedo.

-No eres tú -afirmé a lo que parecía más sorprendido -solo pensaba en cómo atrapar al cazador...

No era del todo mentira, pero tampoco sabía si era del todo verdad.

-Entonces puedes volverte una presa -sugirió -cualquier depredador irá por una presa facil. Incluso los ladrones tienden a escoger a personas con la cabeza gacha, mirando el celular o que se noten de baja autoestima.

-¿Y cómo me vuelvo una presa? -cuestioné.

-Se nota que le gusta la emoción de una cacería... -tenía una cara de concentración interesante, pero a la vez algo tierna -y te quería poner a prueba...

Algo está muy mal conmigo.

¿Es normal considerar "tierno" a un amigo?

-Desafiarlo seguro va a funcionar -seguía con los ojos cerrados -pero tú debes tener el control de la situación en todo momento. Mente fría, respirar profundo, analizar el entorno y una confianza desbordante. Claro, evitando que él sepa que tienes el control.

¿Cómo puede armar planes tan rápido? ¿Será por lo que ha vivido?

-¿Seguro que estás bien? -preguntó -no te ves bien.

-Estoy bien -afirmé -pero no entiendo del todo tu plan. ¿Debo verme débil, pero seguro?

-No, no, no -hizo gestos con las manos -solo pensaba en voz alta. La mayoría de cazadores prefieren presas "más fáciles", pero siendo que él quería cazarte a tí, retarlo debería bastar. Un lugar que controles es lo mejor y no dejar que vea cualquier miedo que le puedas tener.

En eso mi mente hizo click.

-Voy a necesitar tu ayuda -tomé su mano -él debería atacar en cualquier momento y la policía no está lista. ¿Podrías por favor explicarles cómo hacer este "espacio controlado" mientras yo voy a buscar al cazador? Ya te tienen mucho respeto por lo del Puma.

-Claro, pero realmente cualquier callejón sin salida debería servir -se rió ligeramente -¿No seré mucha molestia en silla de ruedas?

-No creo que vayas a ser una molestia en cualquier caso -comenté -puede que no vayas a estar en la acción, pero serás de mucha ayuda.

-¿Seguro? -me miró fijamente.

-Seguro -sonreí.

El resto del día estuvimos conversando y viendo series en su celular. Claro que no mientras lo revisaban o tenía un ataque de arritmia.

Lo bueno es que van disminuyendo.

-Entonces después de comer nos vamos a mi dimensión -resumí antes de irme.

Los señores Morales ya habían llegado y tenía todo empacado, solo faltaba que el doctor le firmara que podía irse.

-¡Hasta entonces! -se despidió felizmente.

Salí y volví a mi dimensión para lanzarme a la cama.

Respiré profundo dos veces y volví a levantarme para ayudar a preparar la cena.

Cortando vegetales volvió a mi mente lo que dijo M.J de las relaciones entre personas. Tengo que ser honesto con mi tía si quiero que ella confíe en mí.

-Entonces le dije que no se llevara mi jengibre o le iba a... -la interrumpí.

-Soy Spiderman -confesé mirándola a los ojos -perdón por no contarte antes.

Ella se quedó varios minutos tratando de ver si yo bromeaba.

-Quiero que me cuentes todo -aseguró.

En Cada UnaWhere stories live. Discover now