Capítulo 17

437 72 5
                                    

Me levanté por una llamada que llegaba a mi celular. Era la tercera vez que marcaban.

Miré con sueño la pantalla y contesté.

-Será mejor que te estés desangrando -conteste -Ganke, son las 4:30am.

-La señora Morales me pidió que te avisara que tienes la cita con el médico a las 9:00am -explicó -así que te vine a buscar. ¿Me abres?

-¡¿9:00am?! -grité indignado -¡¿Y por qué chucha viniste a despertarme ahora?! El hospital está a 10 minutos en bus.

-Porque Miles estuvo toda la noche peleando contra ese tal Misterio y si venía después se iba a levantar -comentó -normalmente me daría igual, pero ha estado de muy mal humor.

-Está bien -suspiré parándome a abrir la puerta -pero voy a dormir otra hora, si quieres puedes acostarte en el sillón.

Colgué en tanto nos encontramos de frente.

-¿Te desperté? -bromeó -al bello durmiente le faltan otras 27 horas de sueño para verse decente.

-Y tú te puedes pudrir mientras lo hago -sonreí falsamente y volví a "mi habitación" siendo seguido por mi amigo -¿Se te perdió algo?

-¿Tienes algún juego? -preguntó.

-Puedes jugar "Genshin Impact" en el computador -comenté -sin volumen y solo puedes abrir cofres y explorar. Nada de jefes o calabozos.

-Gracias -fué a sentarse.

Me acosté y volví a acurrucarme entre las mantas cuando caí en cuenta de algo.

-¿A qué hora te levantaste? -cuestioné.

-3:45 -respondió encendiendo el aparato.

-Apaga eso -ordené -te puedes dormir conmigo, pongo una alarma y listo.

-Estoy bien -afirmó.

-Dormiste 5 horas máximo -declaré -no fué una pregunta. Vienes aquí y te acuestas o no te vas a aguantar ni tú.

Puse la alarma mientras él apagaba el computador de mala gana y se acostaba a mi lado.

-Trata de no ir al baño o pararte porque uso todo el espacio disponible mientras duermo -avisé y me acosté.

A las 6:15am sonó mi alarma, por lo que la apagué y moví al chico al lado mío.

-Ahora sí hay que levantarse -le avisé.

Mientras él se paraba, yo fuí a preparar nuestro desayuno aún en mi pijama que se basaba en ropa interior y una camiseta hasta la mitad de mis muslos.

No era un pijama en sí, solo una prenda que me compré hace años y perdió el estampado de Chewbacca.

Terminé preparando un pan con palta para mí, arroz con pollo y verduras a Ganke y unos hotcakes a los señores Morales que no deben tardar en llegar.

Mi amigo por mientras puso la mesa.

-¿No puedes cocinarme todas las mañanas? -preguntó apuntándome con palillos que habían -en la cafetería solo dan Waffles, tocino y cereal.

-Me alegro que te guste -sonreí mordiendo mi pan.

-¿Solo vas a comer eso? -cuestionó.

-Generalmente como un pan al desayuno y en la tarde en lugar de cenar -comenté -ya estoy acostumbrado. Incluso a veces también almuerzo un pan...

-Yo no puedo sin tres comidas calientes -se rió -he tenido que comprar fideos instantáneos y sacar del agua para el café de los maestros.

-Rayos, ¿No te has acostumbrado nada? -cuestioné.

-No -dejó caer su cabeza en la mesa -¿Cómo te encuentras?

-Bien, mis ojos solo están un poco hinchados ahora -mencioné -no tienes que preocuparte.

-No preguntaba por eso -aclaró -digo, hoy vas a ver lo de tu espalda, casi te mato, descubriste que el multiverso existe y todo eso...

-La verdad trato de no pensar mucho las cosas -admití -dicen que la ignorancia es la madre de la felicidad... y pensar en que es probable que mis acciones no sean mías, sino hilos que traza una persona para vivir lo que quiere que yo viva no es algo que quiera.

-Valido -aceptó -pero si quieres hablar, de lo que sea, solo tienes que llamarme. Que te conozco y sé que piensas que podrías llegar a aburrir a alguien cuando eso nunca va a pasar. Al menos no conmigo.

-Gracias -me terminé mi café y me puse a lavar nuestros platos -salimos en 20 minutos. Hay un cepillo de dientes cerrado en el segundo cajón.

-Entonces iré primero -me entregó las cosas con una pequeña  sonrisa y se fué.

¿Algo bueno le habrá pasado?

Porque levantarse así de temprano no fué.

Decidí ignorarlo y después de que estuviéramos arreglados salimos caminando.

La parada de la micro estaba a dos calles pasando por las canchas de básquet.

-Hey imbécil -escuché a alguien y resistí con todas mis ganas el voltear -te hablo a tí gay de cuarta.

-Yo que tú no diría nada -me volteé marcando presencia -el que se levantó a las 5:40am  fingiendo jugar con el balón para ver a un chico pasar tratando de captar su atención no fuí yo.

-Eso no... -lo interrumpí.

-Y por si fuera poco tratas de asegurarte que sea gay para ver si tienes alguna oportunidad -sonreí -pero lamento decirte que no eres mi tipo.

Me quedó mirando tratando de pensar qué responder.

-Espero que con el siguiente chico que pase tengas más chances -volví a caminar -¡Suerte en tu conquista!

Levanté mi pulgar "mostrando mi apoyo" Ganke no dijo nada en todo el camino hasta que nos subimos.

-¿Cómo hiciste eso? -preguntó interesado.

-¿Qué hice? -cuestioné confundido.

-Cuando te diste la vuelta fué como ver a un tigre cazando -trató de explicar -no gritaste, no hiciste nada pero... yo solo me he podido alejar cuando me molestan.

-Las personas suelen usar como arma sus propias inseguridades pensando que a los demás también los hacen sentir incómodos -mencioné -la postura creo que es algo cultural.

-¿Cómo eso sería cultural? -se burló.

-No sé, creo que es por las entonaciones que alcanza el acento y el ambiente que te rodea a temprana edad. Al final mi acento  en el español puede llegar a ser muy agresivo incluso cuando trato de ser amable -recordé.

-Eso sí es extraño -me quedó mirando.

-Y si alguien te molesta solo avísame e iré a darle una lección de modales que no podrá olvidar -sonreí.

Seguía cansado, por lo que me apoyé en su hombro y cerré los ojos por el resto del camino.

En Cada UnaWhere stories live. Discover now