Medea: Interludio

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Si se trataba de un Fantasma Noble, debido a una idea errónea al respecto que se convirtió en leyenda, podría usarse para convocar al dragón que guardaba el Vellocino. Si eso fuera posible, entonces Medea sería una Sirviente mucho más poderosa de lo que ya es, y posiblemente incluso calificaría para la clase Jinete si pudiera dominarla. Pero invocar al dragón está más allá incluso de sus habilidades, por lo que es un punto discutible.

En cambio, ¿parece sacar el Vellocino más como una especie de pelota antiestrés? Ella afirma que sostener y acariciar el vellocino la cura, o al menos la ayuda a recuperarse de lo que sea que la esté molestando. No estoy seguro de si es solo para ella o si es algo universal, ya que no me dejó tocarlo para descubrirlo por mí mismo.

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"Medea, ¿querías ver-?"

La pregunta inmediata de Izuku al abrir la puerta se vio interrumpida cuando algo de repente se precipitó hacia sus pies, lo que le valió un grito de sorpresa mientras instintivamente se alejaba de ello.

"¡Rápido! ¡Tómalo antes de que se escape! Medea gritó desde el otro lado de la habitación.

Sin esperar a hacer más preguntas, Izuku extendió su mano y logró agarrar la cosita extraña que acababa de deslizarse entre sus tobillos, levantándola antes de que pudiera intentar escaparse de su alcance nuevamente. Sólo que, una vez que lo vio bien, sólo pudo reaccionar con una expresión desconcertada y levemente perturbada.

Dado que sostenía lo que parecía ser una versión en miniatura de Jason , quien gritaba una especie de ruido incomprensible con voz chillona mientras agitaba los brazos, tratando de liberarse de su mano.

“¡¿Q-Qué--?!” fue todo lo que pudo responder, obviamente desconcertado por la vista que tenía ante él. Aunque cualquier otra cosa que hubiera tenido que decir tendría que esperar, ya que el pequeño Jason respondió a su captura desenvainando su pequeña espada y clavándola directamente en el dedo de Izuku. “¡ Ay-! "

"¡Espera, lo tengo!" Medea respondió mientras se apresuraba a detenerse frente a él, luego le quitó la figura en miniatura de la mano. El pequeño Jason continuó gritando obscenidades sin sentido con esa voz chillona, ​​pero la única respuesta de Medea fue agitar una mano frente a su cara. Lentamente, los movimientos del pequeño Jason se detuvieron, hasta que quedó congelado en la última posición que hizo, con los brazos levantados y su pequeña espada en pleno movimiento.

Izuku hizo una mueca mientras se llevaba el dedo herido a la boca, sólo para mirar hacia arriba y ver lo que Medea había hecho. Se encontró mirando la figura en su mano, que tras una inspección más cercana en realidad era solo una figura del líder de los Argonautas. El ligero brillo sobre el cuerpo de la figura era la señal reveladora, incluso si no podía decir inmediatamente si estaba hecho de plástico o arcilla o algo más.

"Qué…?" logró pronunciar después de unos segundos, claramente todavía completamente perdido con todo lo que había sucedido en tan poco tiempo. "Medea, ¿qué acaba de pasar...?"

"Te llamé porque esto se estaba poniendo demasiado rebelde para que yo pudiera mantenerlo bajo control". Medea explicó mientras caminaba de regreso a su escritorio al fondo de la habitación. "Necesitaba que alguien me ayudara a conseguirlo para finalmente poder callarlo, y resultó que tú eras con quien podía contactar más fácilmente".

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