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Sunoo estaba empacando sus cosas con sumo cuidado, pues no quería dejar nada, ya que estaba muy distraído por su reciente ruptura. Habían sido 3 días desde ese suceso y realmente habían sido los peores. El y su lobo necesitaban a Sunghoon, pero ambos simplemente se negaban, aún si lo extrañaban.

El lazo de Sunoo realmente era lo menos importante para el en esos momentos, con el tiempo, este iría desvaneciéndose y aunque estaba seguro de que habría dolor, esto no podría importarle menos, pues estaba tan lastimado que ni siquiera sabía que sentir.

Miró al techo un soltó un largo suspiro faltaban menos de dos días para su partida, así que sintió su corazón estrujarse ante la idea de tener que irse sin despedirse de Jungwon. Seguramente lo odiaría en un futuro por abandonarlo, pero las cosas se salían de sus manos. Sunghoon había tomado esa decisión y su el creía que esa era la correcta entonces aceptaría su decisión.

Sus padres se habían dado cuenta del estado de ánimo de Sunoo, su olor lo delató en cuestión de segundos. Este ahora era uno amargo, desapareciendo por completo su dulce olor a caramelos de café y leche materna.

Incluso su padre había insistido en ir a hablar con Sunghoon, pues tampoco le parecía la idea de que su hijo se fuera del país sin decirle que tendrían a un bebé, pero este simplemente se había negado, diciendo que Sunghoon no lo amaba y que seguramente lo querría un cachorro que viniera de una persona no deseada. El sería el padre de su bebé, no necesitaba a un estúpido alfa para eso, el podía solito.

-Heeseung- siguió acomodando sus pertenencias, mientras escuchaba a este hacer un pequño ruido con su boca, dándole a entender que lo estaba escuchando. -La última vez que fui a París dijiste que querías ser tu quien fuera...- mencionó Sunoo mientras volteaba a ver su amigo con aquella expresión vacía en sus ojos.

-¿Que hay con eso?- preguntó Heeseung mientras sonreía, era obvio que sabía lo que este diría.

-¿Quieres venir conmigo a París?, yo pagaré todo, pero claro, si quieres quedarte por Jake lo entiendo, podrían tratar de arreglar las cosas entre ustedes y pensar en ser felices de una vez por todas, - dijo el omega mientras se sentaba junto a su mejor amigo, quien le devolvió la mirada, antes de soltar un suspiro, para tirarse de espaldas hacia al cama del omega, siendo seguido por este.

-¿Y dejarte solo en París, con tanto trabajo y un embarazo?, ¿perderme la revelación del sexo de mi sobrina?, jamás- río Heeseung, mientras miraba hacia el techo de Sunoo.

-Entiendo si quieres quedarte, no necesitas ir conmigo, no es tu obligación.

-Yo no soy la prioridad de Jake, ¿por que me quedaría aquí por el?.- preguntó Heeseung, mientras veía a Sunoo voltear a su dirección.

-Pero lo amas y son destinados.

-Hay relaciones que sencillamente no funcionan y aunque seamos destinados el decidió alejarme sin más. Siempre fui atento, amable, cariñoso y respetuoso. Cmplí cada uno de sus caprichos y aún cuando el solo quería enforcarse en el trabajo porque no quería formar una familia, lo entendí y acepte todas y cada una de sus condiciones. Me arrodillé frente a el y le rogué con lágrimas en los ojos que por favor no me dejara. ¿Crees que el pensó en mi?, yo pienso que no, así que... ¿por que debería pensar en el o por qué debería quedarme pesando que me extrañaría?. -mencionó el alfa con rencor mientras volteaba a ver a Sunoo, quien solo traía una mirada perdida ante las palabras de su mejor amigo y es que tenía toda la razón, incluso el no podía meterse porque estaba haciendo lo mismo. Se iría dejando todo atrás, incluso a Sunghoon.

-No tengo manera de como negar eso- suspiró Sunoo mientras llevaba su mano para acariciar su estómago, aunque este no se notara, podía sentir ciertos cambios en su cuerpo y sabía que su bebé estaba allí.

Mi pequeño alfita (sungsun)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora