Mi pequeño alfita (sungsun)

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-¿Entonces, dices que eres mi alfa?- me miró mi omega por unos momentos con su típica sonrisa burlona, pero eso fue lo de menos, pues su pregunta fue un tanto inesperada para mi corazón, ya que no paraba de latir fuertemente, aunque esto solía suceder con frecuencia cuando estaba con Sunoo.

-¿Tu?... ¿Ya lo sabías?- vi hacia la ventana del auto, tratando de distraerme, pues si lo negaba sabía que me dolería y tal vez lloraría, porque mierda soy un llorón.

-Lo supe desde la primera vez que te vi.- confesó, Sunoo mientras sentía sus mejillas arder.

-Es algo extraño, jamás me había sentido así por alguien- admitió Sunghoon, mienttas veía a Sunoo con temor de ser rechazado.

-Me gusta estar contigo, pero... aún no me siento del todo listo para una relación, podemos conocernos.- le ofreció el omega con una sonrisa.

-Disculpa por la pregunta, ¿pero, sucedió algo en el pasado?.

Sunoo pensó unos segundos antes de responder, pues no era una historia algo fácil de contar, pero aún así, Sunghoon merecía una explicación del porqué aún no podía aceptarlo del todo. -La verdad sí.

-Entiendo- asintió lentamente el alfa sin decir alguna otra palabra, pues si realmente fue algo malo, no quería que Sunoo recordara aquello.

El omega soltó un suspiro antes de hablar, pues el silencio se había vuelto incómodo y había que romperlo de alguna manera, así decidió hablar sobre lo sucedido de hace algunos años atrás. -Resumiré un poco la historia, es larga un poco larga.

Sunoo tuvo que tomarse unos segundos para obtener el valor suficiente para hablar. -Hace unos años tuve a un alfa, el solía ser el chico popular que llamaba la atención de todos los omegas de la Universidad. Era realmente guapo y demostraba ser caballeroso ante todas laa personas, un alfa de ensueño, como muchos solían llamarle.- rió amargamente Sunoo, mientras negaba con la cabeza.- Yo solía ser popular debido a todo el dinero de mis padres, mi inteligencia y belleza "poco común" entre los demás omegas, así que nadie se sorprendió cuando el empezó a cortejarme.

-Solía llevarme flores y mis chocolates favoritos, me abrigaba cuando había frío y todos esas ridículas cosas que suelen hacer las parejas. Yo realmente me enamoré hasta el punto de depender emocionalmente de ese patán.- dijo Sunoo, mientras su mente volvía a aquellos días de infierno y su voz empezaba a temblar un poco.

-Cuando tuve mi primera vez con el, nuestra relación se volvió "más fuerte" según yo. El tenía problemas económicos, por lo que yo solía ayudarlo con eso, tenía suficiente dinero como para ayudarlo y no podía ser tan malo con mi alfa, así que le daba suficiente para sus gastos y cosas personales... pero un día me di cuenta que todo aquel dinero que le daba, lo usaba para comprarse cosas de lujo, salir con chicas e incluso comprarse un auto. -Me manipulaba a su manera, el sabía hacerlo como nadie y harto de aquello me negué a darle más de mi dinero, pero se enfureció y abusó de mi hasta que se cansó por completo. - contó con dificultad el omega mientras sentía sus ojos picar, pues no era algo fácil de contar.

Sunghoon sintió que en ese momento como su sangre empezaba a hervir por completo, jamás creyó que su omega había sido tan lastimado y mucho menos pensó que podría llegar a ser abusado y aquello le enfureció y dolió tanto que solo quería tomarlo entre sus brazos y llenarlo de besos.

-No tienes que seguir si aún no te sientes listo para contarlo.- dijo el alfa dejando un tierno beso en su mano.

Sunoo negó con la cabeza, mientras le daba una linda sonrisa que decía que todo estaba bien. -En ese tiempo era una persona muy inocente, todo lo contrario a ahora, muy dulce con las personas, sobre todo muy tierno y comprensivo. La primera vez que me golpeó, fue cuando me vió hablando con Heeseung, dijo que lo lamentaba y que realmente no quería hacerlo, que me amaba más que a su propia vida y yo le creía. Todas y cada unas de las veces que se aprovechó de mi y me golpeó me repetía las mismas palabras vacías y fui tan estúpido- rió de manera amarga el mayor, mientras dejaba escapar las primeras lágrimas.