SINOPSIS

141 10 0
                                    









Silla. Cadenas. Nada más.

No es que no estuviese intrigada, pero llegados a este punto cuatro «secuestros» en algo más de diez años no me parecían tan mal. Y no había cambiado de lugar. Aunque, observando un poco, pude ver que había pintado. Las paredes ya no eran de un color crema. Ahora llevaban un verde casi pistacho horrendo y el techo con decoraciones neoclásicas, resaltaba gracias a un tono anaranjado.

TODO, POR EL PLANOnde as histórias ganham vida. Descobre agora