CAPÍTULO 15: Yo a este lo mato

791 95 3
                                    

Cyrus

Ops! Esta imagem não segue nossas diretrizes de conteúdo. Para continuar a publicação, tente removê-la ou carregar outra.

Cyrus

"-¿Cómo te sentiste?

-Como la peor escoria que haya pisado esta tierra"

Rememoro lo que le dije a la doctora en mi primera sesión individual, poniendo en palabras lo que sentí después de ver lo que mi decisión causó en Iris.

Cuando le conté a Zack sobre lo que había pasado fue muy rotundo en que entendía totalmente la reacción de ella, lo que también llevó a recalcar que era un imbécil, aunque eso era algo que también ya sabía.

Pero necesitaba sacarlo con la doctora Bailey. Aceptar el consejo de un amigo es útil y es algo que antes pondría por encima de estas sesiones, pero he descubierto que la terapia tiene algo reconfortante. Un amigo puede aconsejarte de manera empática pero al final del día no deja de ser tu amigo, puede decirte lo que quieres escuchar o decir lo que él cree que necesitas escuchar mientras que el terapeuta va a decirte lo que sabes pero no quieres admitir, o lo que necesitas escuchar con base en lo que le cuentas.

¡Vayan a terapia! Ahora soy fiel creyente de que vale cada centavo.

Hoy es mi segunda sesión, y hay otra situación con la que puedo ocupar fácilmente mis cincuenta minutos.

-Lo compare con lo mal que me sentí al no poder responder de buena manera cuando me descubrió trabajando en la edición de unos de los fragmentos que he grabado-me quito un mechón de cabello que ha caído sobre mi frente, cómodamente sentado en el nuevo sillón de dos plazas de la doctora Bailey.

-¿Cómo respondiste?

-Como todas las veces que he respondido cuando alguien cercano a mi, quiere ver mi trabajo antes de que sienta que es lo suficientemente bueno-<<Pero casi nunca lo es>> pienso-Rechazo la idea de mostrarle más. Siento como si mostrará una parte de mi que me encanta pero que si se la muestro a alguien más y no responde con el mismo ánimo que yo a lo que he hecho entonces mi ánimo estará por los suelos.

-¿No crees que quizá eres tú a quien no le encanta realmente lo que hace?-indaga.

Le desvió la mirada cuando su pregunta ha calado. Mi atención la tiene el librero perfectamente acomodado por colores a su espalda y no se porque ver todo tan prolijo y perfecto me hace sentir por primera vez un confort automático, como un abrazo dado en el momento que más lo necesitas, además sin tener que pedirlo.

No necesité preguntar quién ha sido la culpable de semejante obra. Y la culpabilidad de haber evadido a Iris, cuando ella solo estaba honestamente interesada en conocer más sobre mi trabajo, me cala más de lo que puedo admitir sin analizar demasiado.

-Lo hizo Iris-dice la doctora ante la pregunta no formulada.

-Si...-musito aún con la mirada clavada en el librero-Es algo que ella haría.

La doctora se aclara la garganta. Disimulo ante mi evidente intención de querer cambiar de tema. Insiste, no con palabras pero me da el tiempo de que el silencio se extienda hasta que se estira tanto y yo comprendo que no he aclarado su pregunta como debe de ser.

LOCURA DE AMOR EN NUEYA YORK (LIBRO 1 DE LA SERIE &quot;LOCOS DE AMOR&quot;)Onde histórias criam vida. Descubra agora