Capitulo 19

2.7K 301 84
                                    

Gemma

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Gemma

Le rodeo el cuerpo con mis brazos para besarlo, Santo sigue el beso mientras sus manos se cuelan por mi piel, sus yemas trazan caricias por cada parte de mi cuerpo de manera delicada y juega con a tela de mi vestido.

Mi corazón late a mil.

—Gemma —susurra mi nombre y sus manos ahora suben hasta mi escote para apretar con fuerza uno de mis pechos.

Un remolino de sentimientos se crea en mi interior, los nervios me consumen en esos segundos. Santo sigue subiendo la intensidad de sus besos, ahora me ha girado a modo en que he quedado debajo de su ancho cuerpo, se pega cada vez a mí, sus dedos juegan con el cierre de mi vestido en un intento de quitarlo.

Detengo el beso.

—Yo... —susurro apenada sintiendo que me arden las mejillas—. No puedo, es que... —aprieto mis labios y guardo silencio.

Él no dice nada, solo me regresa una media sonrisa como si entendiera todo. Siento que es demasiado apresurado, siento que no puedo estar tranquila a su lado hasta que todo se revele, con la figura ahora no solo de Marcello en medio de los dos, también la de su abuelo, quien ha empezado a mostrar su nueva cara.

—Tranquila —susurra y se tumba a mi lado para abrazarme.

—No puedo estar tranquila cuando tengo la vista de todos puesta en mí en la mansión, no hay nada que no pueda hacer sin que se entere tu abuelo. Es como si estuviera sometida en la casa, es un horror no sentirme como en casa, nos sentirme...

—Libre —termina de decir él.

Asiento a lo que ha dicho. Nunca he sentido como un hogar la casa de los Cappelleti, es tan oscura y fría que me hiela la sangre, no hay ni una pizca de alegría en ningún rincón, como si estuviese prohibido sonreír, todos parecen tener una ambición.

—¿Extrañas tu casa en Portofino?

—Muchísimo —digo sincera.

—Me gustaría saber un poco de cómo era tu vida en Portofino —me roba un beso en la mejilla y luego apoya su cabeza en mi hombro.

—¿En verdad quieres escuchar la aburrida historia de cómo era mi vida en Portofino?

—No creo que sea tan aburrida. Después de todo tenemos toda la noche para nosotros.

—Esta bien te la voy a contar. Mis padres murieron cuando era muy pequeña, tenía tan solo unos cuatro años cuando eso sucedió, mi abuelo no vivía con nosotros, era un hombre que solo venia par fechas especiales, pero cuando mis padres fallecieron en ese accidente dejo toda su vida atrás, era solo una niña para entender lo que sucedía a mi alrededor pero ahora sé porque mi abuelo se mantenía lejos de la casa, era un hombre dedicado a la mafia —las lagrimas se empiezan a acumular en mis ojos, aun duele saber que me mintió todo ese tiempo pero debo aceptar la realidad de mi pasado, de mi familia.

La Tentación de lo ProhibidoWhere stories live. Discover now