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𝐄𝐋 𝐆𝐑𝐀𝐍 𝐃𝐑𝐀𝐆𝐎́𝐍

El sol del atardecer teñía el cielo  mientras Rhaenor, Brynden y yo caminábamos hacia la loma. Daemon se mantenía un poco atras, pero su confianza había desaparecido gradualmente a medida que nos acercábamos a nuestro destino. A lo lejos, se alzaba majestuoso un gran dragón negro que se recortaba contra el cielo naranja. Balerion, el Terror Negro.

Mire a Rhaenor el cual me sonrió.

Cada paso que dábamos nos acercaba más a la imponente figura de Balerion. Las dimensiones del dragón eran abrumadoras. Durante años lo habíamos visto volar de lejos jamás habíamos estado tan cerca de él.

Balerion de color negro intenso, con escamas que reflejaban la luz de manera inquietante, como si estuvieran bañadas en sombras eternas.
Las alas de Balerion eran formidables, membranosas y enormes, capaces de desplegarse y cubrir vastas extensiones de terreno en un abrir y cerrar de ojos.Sus ojos eran dos brillantes gemas rojas, reflejando toda la experiencia que tenia el dragón. Cuando te miraba, sentías como si pudiera ver directamente en tu alma. Sus fauces estaban repletas de dientes afilados, cada uno del tamaño de cuatro espadas largas. Su cola, fuerte y poderosa, se extendía detrás de él

Rhaenor y Brynden se detuvieron a cierta distancia del dragón, respetuosamente, mientras Daemon, claramente incómodo, se cruzaba de brazos.

—Intenta domarlo — se burlo Daemon con los brazos cruzados

—¿Para que intentar?— contestó Rhaenor fríamente—Si ya lo hice—

Rhaenor camino con Brynden, Balerion rugio pero Rhaenor levantó una mano y el majestuoso dragón se calmo

La grandiosidad de ese momento era palpable. Balerion, con su presencia dominante, parecía el verdadero señor de los siete reinos. Mi corazón latía con fuerza, maravillado y cautivado por la majestuosidad de la criatura que teníamos ante nosotros.

Daemon, por otro lado, ya se mostraba abatido, consciente de que su regalo a Rhaenor se veía insignificante en comparación con la majestuosidad de Balerion.

Cuando Brynden se acercó a Balerion, el dragón levantó su cabeza colosal, sus ojos rojos centelleando con curiosidad. Mi respiración se detuvo mientras observaba la escena.

Brynden, con valentía, extendió la mano hacia la cabeza del dragón, acariciando sus escamas oscuras. Balerion emitió un rugido profundo, pero en lugar de ser amenazante, parecía un gruñido de aprobación. No podía creer lo que estaba viendo.

—Espero que el nuevo sea como el primero — dijo Balerion

Entonces, Rhaenor, guiando a Brynden, subió cuidadosamente al cuello del dragón.  Balerion no mostró resistencia, sino más bien una extraña complacencia.

—Daremos una pequeña vuelta con el pequeño Aegon— dijo el dragón

Brynden, lleno de emoción y determinación, habló con el dragón en susurros. No podía oír las palabras exactas, pero la conexión entre el y el dragón era palpable. Balerion, al parecer, aceptó a Brynden como su jinete.

Los corazones de todos latían con fuerza mientras Brynden y Balerion comenzaban a moverse. Pude ver la mirada de orgullo en los ojos de Rhaenor y la envidia en los de Daemon. Era un momento mágico y asombroso que confirmaba que Brynden había sido elegido por el mismisimo Terror Negro.

En pocos momentos ambo estaban en el cielo volando juntos, era la primera vez que Brynden montaba en dragón

[...]

El tiempo había transcurrido más rápido de lo que había pensado, 11 primaveras.Todo marchaba más que bien aunque habían pasado algunas cosas.

Merlya se había convertido en una joven hermosa y elegante. Su cabello blanco, herencia de su padre, caía en ondas suaves por su espalda, y sus ojos violetas seguían siendo tan llamativos como siempre.
A pesar de su belleza innegable, Merlya no se dejaba llevar por la vanidad. Había heredado mi personalidad aunque aveces aquello me daba algo de miedo, así como tamnien habia heredado mi amor por la navegación. A menudo, la encontraba paseando por la costa de Driftmark, observando las olas y cuidando a los animales marinos.
Su sonrisa era cálida y contagiosa, y su personalidad encantadora la hacía querida por todos. Aunque había crecido rodeada de la nobleza y las responsabilidades, Merlya mantenía una sencillez que la hacía única. Siempre estaba dispuesta a ayudar a los demás y se preocupaba profundamente por su familia.Tan solo tenía quince días del nombre y tenía más de mil y un propuestas que pedían su mano en matrimonio desde el norte hasta Dorne.

Brynden había crecido hasta convertirse en un joven apuesto y fiero. A sus 23 dias del nombre, había desarrollado una musculatura propia de un guerrero experimentado. Su cabello blanco, corto y revuelto, le daba un aspecto decidido, y su mirada era intensa, reflejando la determinación y valentía que había aprendido de  Rhaenor.El parecido con Daemon era innegable. Brynden tenía la misma mandíbula cuadrada, el mismo porte orgulloso y el mismo carisma magnético. Brynden también había heredado la inteligencia y la astucia mia. Era un estratega formidable, capaz de analizar situaciones complejas y tomar decisiones difíciles en nombre. Si bien era un guerrero consumado, su mente era su arma más afilada.
Había entrenado incansablemente para ser el mejor, tanto en tierra como en mar. Se había ganado el respeto y la admiración de muchos, no solo por su habilidad en el combate, sino también por su integridad y honor.

Finalmente y el que más me dolía, mi Kyran.

Kyran había madurado en un hombre de 25 días del nombre con una apariencia impresionante. Aunque había heredado algunos rasgos de su padre, Daemon, y de su madre, Rhea, había desarrollado una identidad única que lo hacía destacar.
Su cabello oscuro caía en mechones elegantes sobre su frente, enmarcando un rostro. Sus ojos violetas brillaban con una inteligencia aguda, y su mirada era profunda y cautivadora. Tenía la altura y la complexión de un guerrero, pero su elegancia natural le confería un aire distinguido.
Kyran había cultivado una barba cuidadosamente recortada que le otorgaba un toque de madurez y sofisticación. Vestía con elegancia, siempre luciendo atuendos que reflejaban su posición como el nuevo lord de piedra de las runas.
Su personalidad había evolucionado con el tiempo.

Había partido hace 4 primaveras, quería volverse el lord de piedra de las runas, claro estaba que lo visitaba siempre, una vez al mes más o menos y con cada visita le traía un regalo a Merlya, desde un collar de piedra tallado hasta telas finas

Lamentablemente tendríamos que volver a Desembarco esta vez para apoyar el reclamo de Brynden en la corte puesto que Vaemond no aceptaba que Rhaenor tomara el control de Driftmark si es que Corlys fallecía

Lamentablemente tendríamos que volver a Desembarco esta vez para apoyar el reclamo de Brynden en la corte puesto que Vaemond no aceptaba que Rhaenor tomara el control de Driftmark si es que Corlys fallecía

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