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𝐍𝐎𝐂𝐇𝐄 𝐃𝐄 𝐏𝐄𝐑𝐋𝐀𝐒 𝐘 𝐌𝐀𝐑𝐄𝐀

El ruido de los puños chocando y los gruñidos de esfuerzo llenaban la habitación mientras Rhaenor golpeaba a Daemon y viseceversa

Rhaenor tiro a Daemon al suelo y empezó a patearlo, del labio de Rhaenor caia un pequeño hilo de sangre, era el único golpe que tenía que podía ver

Avancé rápidamente hacia ellos, mi corazón latiendo con nerviosismo. La visión de Rhaenor golpeando a Daemon me hizo fruncir el ceño. Al acercarme, percibí el fuerte olor a alcohol que emanaba de Daemon, lo que explicaba en parte su comportamiento errático.

Sin dudarlo, me interpuse entre los dos hombres, sintiendo la tensión en el aire.

—¡Basta ya! —grité, tratando de imponer mi voz sobre el caos de la pelea.

Rhaenor, respiraba con dificultad y con los puños aún apretados, finalmente retrocedió. Se giró hacia mí, sus ojos ardían de rabia y frustración.

—Alyria, este maldito...—

—¡No quiero saberlo! —interrumpí, con firmeza—

Daemon, en el suelo se rio, se tambaleó al incorporarse —El sabe que es verdad— Miré a Rhaenor, cuyos ojos aún brillaban con ira contenida, y lo insté a que se calmara.

—¿Es verdad que ?— pregunte

—Brynden— pronunció Daemon

Rhaenor se iba a abalanzar sobre Daemon pero puse una mano en su pecho

—Largo de aquí— dije para que Daemon se fuera, no queria que mi esposo fuera decapitado por asesinar al hermano del rey

Daemon salió del lugar

Abracé a Rhaenor

—Alicent me beso — dije , no era buen momento pero mejor dos golpes de una —

—¿Que?— preguntó Rhaenor, ahora sus ojos expresaban confusión y no ira

Le conté lo que había pasado, absolutamente todo, Rhaenor estaba igual de confundido que yo, luego de la conversación fuimos donde Viserys, quería partir ese mismo día con Brynden y Aemond para que escogieran huevos de dragón en Rocadragon

Aceptamos, iría Rhaenyra también, confíe a Brynden y a Kyran a Rhaenyra, Rhaenor y yo iríamos luego

[...]

Rhaenor y yo entramos a la habitación, ambos aún llenos de adrenalina por la pelea con Daemon. Rhaenor tenía un semblante serio y preocupado, y no pasó mucho tiempo antes de que soltara lo que paso.

—Lo llamo hijo suyo—Rhaenor llevo sus manos a su cabello—No voy a permitir que llame bastardo a mi hijo — dijo Rhaenor en la habitación —Yo soy el padre de Brynden, yo cambie sus pañales, yo le cuento cuentos, soy yo quien lo entrena—

Me acerqué y puse una mano sobre su hombro

—Nuestro hijo, Alyria—dijo el molesto

Brynden era un niño inocente, un Velaryon por nombre pero un bastardo por sangre. Rhaenor lo amaba como a su propio hijo, y no dejaria que lo llamaran asi.

—Rhaenor, lo entiendo, pero…—comencé a decir, pero él me interrumpió con un tono decidido.

—Necesitamos hablar con mi padre. Él debe legitimar a Brynden como heredero de una vez, mas bien declararme a mi y asi yo decir que Brynden sera mi heredero. No puedo permitir que Daemon mancille su nombre de esta manera—

Sangre Valyria Donde viven las historias. Descúbrelo ahora