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𝐒𝐄𝐑 𝐇𝐀𝐑𝐖𝐈𝐍 𝐒𝐓𝐑𝐎𝐍𝐆
𝕮𝖔𝖓𝖖𝖚𝖎𝖘𝖙𝖆 𝟐

[...]

Después del baile empecé a beber del vino, era la más animada en aquella fiesta hasta que llegó el ritual de encantamiento, fue como toda la sangre de mi cuerpo bajara, me quedé helada, todos acompañaron al rey y a Alicent a la habitacion, los Velaryon se habían ido no querían participar en ello, Rhaenyra también se había ido, logré advertirle a Alicent pero eso no quito su mirada de miedo en su rostro

Una vez los esposos habían entrado a su habitacion todos se habían dispersado

—La acompaño hasta sus aposentos — dijo ser Harwin

Acepte y camine con el por los pasillos hasta llegar a mi habitacion, me miró con una sonrisa

Ser Harwin y yo caminamos juntos hacia mi habitación, y mientras subíamos las escaleras, sentí la necesidad de aclarar algo importante. Me detuve y lo miré con seriedad.

— Harwin, quiero que sepa que no estoy interesada en casarme ni en tener pretendientes. No quiero que haya malentendidos—le dije, buscando en sus ojos una comprensión que me tranquilizara.

Él rió suavemente y acarició mi mejilla con ternura—Alyria, créeme, yo tampoco estoy buscando compromisos matrimoniales. Mi corazón está donde está, y no tengo intenciones de cambiar eso—

Luego, sin decir una palabra, entramos juntos en mi habitación, cerrando la puerta detrás de nosotros.

Lo que comenzó con un beso apasionado rápidamente se convirtió en algo más. Ser Harwin y yo nos despojamos de nuestras ropas con urgencia, nuestros cuerpos ardientes ansiosos por la intensidad del momento. Sus manos, fuertes y seguras, recorrieron mi piel con una mezcla de deseo y ternura. A diferencia de Ser Criston Cole, que había sido más gentil, y de Daemon, que habia sido mucho mas brusco, Ser Harwin encontró un equilibrio entre ambos extremos.

No era su primera vez de eso estaba segura, sabía dónde besar para que de mis labios salieran aquellos jadeos y mi respiración de tornará agitada

Cada caricia, cada beso, era un torrente de sensaciones que recorrían mi cuerpo. Ser Harwin parecía entender mis necesidades , y eso lo hacía aún más excitante. Sus labios exploraron cada rincón de mi piel, sus manos me sostenían con fuerza, pero con cuidado.

Me empezó a guiar hasta que mi espalda chocó contra el suave colchón de la cama, sus rizos caian por su cara, me relami los labios, estaba cansada... esta vez dejaría que el tomara en control.

Aveces hay que probar cosas nuevas o espadas nuevas.

Hablando de espadas la de Ser Harwin era una grande, más grande que la que portaba Cole, pero sobre todo era de un mango grueso que al solo verlo podrías saber que el filo dolería al emitir el corte pero que aquel dolor sería totalmente placentero, era la espada más gruesa que había visto. Y si hablamos de ver espadas había visto muchas aunque solo había podido portar 2 espadas, esta sería la tercera .

Mantuve las piernas abiertas mientras el se deslizaba en la cama hasta llegar hasta donde estaba, su miembro estaba completamente duro, antes de que pueda decir algo una de sus manos se posiciono a un lado de mi rostro, sus labios se estamparon contra los míos mientras que su otra mano libre se posicióno sobre mí cuello ,por alguna razón extraña me gustaba esto.

Demasiado.

De un solo empujón entro dentro de mi y sentí un dolor profundo al inicio, solté un estruendoso gemido que fue acallado por sus labios, sus movimientos no me dejaron adapartarme cada vez eran más rápidos y profundos, estaba disfrutando ese momento.

Sangre Valyria Donde viven las historias. Descúbrelo ahora