Sangre Valyria

05

𝐋𝐀 𝐓𝐑𝐀𝐈𝐂𝐈𝐎𝐍 𝐃𝐄𝐋 𝐏𝐑𝐈𝐍𝐂𝐈𝐏𝐄 𝐃𝐑𝐀𝐆𝐎𝐍

Habia vuelto a los peldaños, le entregue los recursos a uno de los hombres de mi padre, este me abrazo, jamas habia estado tantos dias alejados de ellos, era normal, eran mi familia, queria a cada uno de ellos, aunque aveces me confundia con sus nombres

Mis pasos resonaban con cada paso, las botas que habia adquirido parecian mas de tierra firme como hechas para una lady y no una pirata, segui caminando rumbo  a la cueva donde estaba mi padre, Craghas. Al entrar, lo vi sentado , y una sonrisa se formó en sus labios al verme.-¡Alyria, hija mía! Me alegra verte de vuelta- exclamó mientras se ponía de pie para recibirme con un cálido abrazo.

Correspondí al abrazo con cariño, sintiendo la calidez de su amor paternal-Me alegra estar de vuelta, padre. Ha sido una experiencia interesante en tierra firme-le dije con sinceridad, sin mencionar detalles sobre Daemon ni el collar que llevaba como un tesoro oculto.

Sin embargo, minutos después, mientras cenábamos juntos, la inquietud en mi corazón me llevó a romper el silencio-Padre, hemos estado luchando durante tanto tiempo, y hemos perdido a tantos buenos hombres en el camino. ¿Realmente vale la pena seguir con esta guerra?- pregunté, buscando su comprensión. ya habiamos hablado de ese tema hace dias

El semblante de el cambió, y su mirada se volvió grave.-Alyria, entiendo tus preocupaciones, pero no podemos rendirnos. Nuestra lucha es importante, y debemos defender nuestra libertad y nuestros ideales-respondió con determinación.

La discusión empezó a tomar fuerza, y nuestras palabras chocaron como olas en un mar embravecido. Intenté explicarle mi punto de vista, pero él parecía reacio a entenderlo-Padre, sé que luchar por lo que creemos es valioso, pero también tenemos que ser realistas. Tal vez haya otras maneras de protegernos y lograr nuestros objetivos sin tanta sangre derramada- argumenté, esperando que me escuchara.Craghas suspiró, su expresión reflejando conflicto interno. 

-Alyria, entiendo tu deseo de paz, pero este mundo es cruel y peligroso. No podemos permitirnos bajar la guardia- replicó con firmeza.

Las palabras seguían fluyendo, nuestras emociones entrelazándose en una lucha por comprendernos mutuamente-Padre, solo quiero que estemos a salvo, que todos estemos a salvo. No quiero perder a más amigos, ni a ti, ni a nadie más- confesé con voz temblorosa, sintiendo cómo mis emociones se apoderaban de mí.

La mirada de mi padre, Craghas, se posó en mí con una mezcla de asombro y preocupación. -Alyria, ha pasado algo en tierra firme, ¿verdad? Te veo diferente, casi no te reconozco-dijo con voz suave, intentando comprender lo que me ocurría.

Traté de ocultar mi nerviosismo y respondí con cautela-No ha pasado nada grave, padre. Simplemente he tenido algunas experiencias que me han hecho reflexionar-dije, evitando mencionar a Daemon y el collar que llevaba oculto bajo mi ropa-Solo que esto no tiene causa, quiero regresar a los barcos, esto es aburrido y peligroso-

Sin embargo, antes de que pudiera cambiar de tema, Craghas notó el collar y su rostro se endureció. Intentó arrancármelo, pero me resistí y lo retuve con firmeza-¡Déjame, padre! Es solo un regalo, es mio- protesté, sintiendo cómo la tensión crecía en el aire.

La discusión fue escalando, las palabras se volvieron más afiladas, y las heridas emocionales empezaron a aparecer- A veces siento que no me entiendes, que solo piensas en la guerra y no en lo que yo quiero y necesito- le lancé con frustración.

Craghas pareció herido por mis palabras, pero respondió con paciencia y cariño paternal. -Alyria, te amo más que a nada en este mundo, y solo quiero protegerte. La guerra es peligrosa, y debemos estar alerta y luchar por lo que creemos-dijo, tratando de llegar a mí.